"A mis 15 años me tocó vivir la Medellín más convulsionada de la historia. Una Medellín muy difícil: llena de bombas, asesinatos, secuestros. Ahí perdí amigos y familiares", recordó Juanes en el cierre de la Asamblea Mundial de la Juventud, un espacio en el que los jóvenes presentaron propuestas frente a los problemas que les afectan.
Los protagonistas de la jornada fueron jóvenes del programa "Puedo cambiar el mundo", impulsado por la Fundación Mi Sangre de Juanes, que tiene como objetivo proponer ideas para Medellín, la ciudad anfitriona del foro y que ha sido puesta por la ONU como ejemplo por su transición de guerra a nido de paz y esperanza.
UN PASADO VIOLENTO
La capital antioqueña fue en los años ochenta y noventa del siglo pasado el epicentro del Cartel de Medellín, la sangrienta organización fundada por Pablo Escobar, el mayor narcotraficante de la historia, quien declaró la guerra al Estado y sembró el terror hasta su muerte, en 1993.
En ese contexto Juanes fundó la banda Ekhymosis: "Fue el primer ejercicio donde yo me sentaba a pensar la ciudad, nos llenábamos de cuestionamientos, dudas, rabia de lo que vivía Medellín y cómo podíamos nosotros curarnos de lo que estábamos viviendo".
"La música fue el salvavidas" en una ciudad "sin oportunidades", argumentó.
Juanes también habló de su Fundación Mi Sangre, que ayuda a las víctimas del conflicto armado colombiano, con la que se propuso "ser parte del cambio" de Medellín y Colombia.
"Poder ser parte de una Colombia diferente, que no tenga miedo de soñar", afirmó Juanes, quien destacó que esas esperanzas son aún más grandes ahora, "a las puertas de un proceso muy difícil y complejo que es la reconciliación y el perdón", afirmó en alusión al proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
La capital antioqueña fue en los años ochenta y noventa del siglo pasado el epicentro del Cartel de Medellín, la sangrienta organización fundada por Pablo Escobar, el mayor narcotraficante de la historia, quien declaró la guerra al Estado y sembró el terror hasta su muerte, en 1993.
En ese contexto Juanes fundó la banda Ekhymosis: "Fue el primer ejercicio donde yo me sentaba a pensar la ciudad, nos llenábamos de cuestionamientos, dudas, rabia de lo que vivía Medellín y cómo podíamos nosotros curarnos de lo que estábamos viviendo".
"La música fue el salvavidas" en una ciudad "sin oportunidades", argumentó.
Juanes también habló de su Fundación Mi Sangre, que ayuda a las víctimas del conflicto armado colombiano, con la que se propuso "ser parte del cambio" de Medellín y Colombia.
"Poder ser parte de una Colombia diferente, que no tenga miedo de soñar", afirmó Juanes, quien destacó que esas esperanzas son aún más grandes ahora, "a las puertas de un proceso muy difícil y complejo que es la reconciliación y el perdón", afirmó en alusión al proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
TIEMPO DE CAMBIOS
En el cierre del evento en el que participó el cantante, los jóvenes presentaron un manifiesto con el que hicieron un llamado a "apropiarse de los problemas de Medellín como responsables del presente para poder cambiarlos".
"Escuchando las voces y dando importancia a lo que dicen estos chicos estamos cambiando el mundo", insistió Juanes.
Hoy, con una tasa de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes, Medellín sigue siendo una de las ciudades más violentas de Colombia y del mundo, pero lejos de ese pasado forjado en la memoria cuando los asesinatos rondaban los 160 por cada 100.000 habitantes.
Medellín acoge desde hoy y hasta el viernes las sesiones del VII Foro Urbano Mundial de ONU-Hábitat, un espacio para debatir soluciones al problema de la creciente desigualdad en las ciudades.
En el cierre del evento en el que participó el cantante, los jóvenes presentaron un manifiesto con el que hicieron un llamado a "apropiarse de los problemas de Medellín como responsables del presente para poder cambiarlos".
"Escuchando las voces y dando importancia a lo que dicen estos chicos estamos cambiando el mundo", insistió Juanes.
Hoy, con una tasa de 38 homicidios por cada 100.000 habitantes, Medellín sigue siendo una de las ciudades más violentas de Colombia y del mundo, pero lejos de ese pasado forjado en la memoria cuando los asesinatos rondaban los 160 por cada 100.000 habitantes.
Medellín acoge desde hoy y hasta el viernes las sesiones del VII Foro Urbano Mundial de ONU-Hábitat, un espacio para debatir soluciones al problema de la creciente desigualdad en las ciudades.
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