New York, (SL) -Resulta errónea e irresponsable, la simple explicación que se limita a asegurar que la carencia de presentaciones en vivo en los clubes de la gran manzana, se deba a que los artistas estén muy caros.
La tarifa, es únicamente un elemento dentro del complejo problema que en la actualidad aqueja al mundo del entretenimiento.
El público, quien a la vez es cliente y consumidor podría tener la excusa perfecta para buscar otros lugares y forma de entretenimiento, si aplicará el alegato de que las entradas y las bebidas están a precios inalcanzables en los clubes.
No podemos hacernos la falsa ilusión de que a base de talentos locales y de Dj, se podrá complacer a un público acostumbrado a las atracciones en vivo que cada semana se ofrece en el área tri-estatal y, ésa es una realidad que ya ha comenzado a sentirse en la pobre asistencia que se registra en los días más activos de cada club.
A nuestro entender los propietarios de clubes, los artistas y quienes los venden, tienen puntos a modificar, tomando en consideración que el denominador común para todos, es que son negociantes y están todos dentro del mismo negocio.
Si lográramos eliminar la arbitrariedad de los propietarios de clubes, propiciando además un intercambio de sugerencias con los artistas y quienes los manejan, de seguro que se darían las condiciones para establecer una razonable y entendible modificación en las tarifas de algunos artísticas, como resultado de un sincero y abierto diálogo entre las partes.
Somos del criterio que los propietarios de clubes deben detener la competencia desleal entre ellos mismos, evitando que en la misma fecha y área, varios clubes estén ofertando atractivas y costosas carteleras artísticas a sabiendas que no todas lograrán cubrir la inversión y mucho menos arrojar beneficios, resulta cuestionable la gran proliferación de clubes, pues la saturación de centros de entretenimiento es un factor dañino que afecta directamente a la industria.
El factor publicidad, continua siendo la columna vertebrar de todo evento, es imprescindible el que se utilicen todos los medios existentes de promoción y dejar de pensar que se obtendrá convocatoria, únicamente a través de las redes sociales.
Por otro lado, los bookings deben comenzar a manejar de manera más responsable la colocación y exclusividad de sus artistas, de tal manera que en un fin de semana el artista no sature la plaza, provocando que de tres fiestas vendidas, dos terminen perjudicando económicamente a los propietarios de clubes.
Todos los sectores involucrados procuran mejores condiciones, pero nadie aboga por el cliente, creo firmemente que es tiempo que el público también se exprese y eleve su voz reclamo ante sectores del entretenimiento que sin la existencia de quienes consuman, dejarían de existir.
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