Picoteando el Espectáculo
New York, (SL) – El auge de las redes sociales ha permitido la proliferación de nuevos talentos de diferentes géneros musicales, sobre todo urbano.
Son jóvenes en su mayoría de escasos recursos para quienes el Internet les representa la puerta de promoción que siempre está abierta y al menor costo.
Dichas facilidades ha generado una especie de figuras artistas al vapor, hacedores de música “chatarra”, cuyo mayor logro dentro de la industria es la de presumir cantidades millonarias de ‘views’, muchos de ellos de procedencia dudosa.
Lo terrible del caso, es que usted sale a la calle a preguntar por esos artistas y por su supuesto éxito y resultan ser desconocidos hasta en su propio barrio.
Exponentes carentes de capacidad de convocatoria, incapaces de reunir 100 personas entre esos millones de seguidores.
Por su carencia de calidad y preparación, al final desaparecen de manera inversamente proporcional a sus views.
New York, (SL) – El auge de las redes sociales ha permitido la proliferación de nuevos talentos de diferentes géneros musicales, sobre todo urbano.
Son jóvenes en su mayoría de escasos recursos para quienes el Internet les representa la puerta de promoción que siempre está abierta y al menor costo.
Dichas facilidades ha generado una especie de figuras artistas al vapor, hacedores de música “chatarra”, cuyo mayor logro dentro de la industria es la de presumir cantidades millonarias de ‘views’, muchos de ellos de procedencia dudosa.
Lo terrible del caso, es que usted sale a la calle a preguntar por esos artistas y por su supuesto éxito y resultan ser desconocidos hasta en su propio barrio.
Exponentes carentes de capacidad de convocatoria, incapaces de reunir 100 personas entre esos millones de seguidores.
Por su carencia de calidad y preparación, al final desaparecen de manera inversamente proporcional a sus views.
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