"Yo he sufrido muchísimo", dijo Laura Bozzo al recordar las dificultades en su vida, que comenzaron cuando era una niña y fue víctima del bullying. Aunque estudió leyes, con el paso del tiempo terminó convertida en una de las figuras más famosas y polémicas de la televisión latinoamericana.
En su departamento ubicado en un lujoso barrio de la capital mexicana, desde donde puede verse el Castillo de Chapultepec, Bozzo recibió a Infobae. Es este lugar, lleno de luz y con seis habitaciones, donde Laura pasa sus días, acompañada por la gente de servicio, que le ha sido fiel durante años.
Rodeada por algunos muebles y con la pintura de su madre en un lugar destacado, Laura -vestida con una espectacular chaqueta dorada y maquillada especialmente para la cita- habló en exclusiva de su infancia, de los problemas en los que se ha metido por su carácter, de su llegada a la televisión y de cómo surgió su ya emblemática frase "Que pase el desgraciado". También recordó el día que la detuvieron y quedó bajo arresto domiciliario.
"Fui una niña que venía de una familia italiana que tuvo éxito en Perú; mi padre era el mejor ingeniero, mi abuelo, el rey de la pesca, y me pusieron en un colegio de alta sociedad donde eran todas niñas ricas. Yo me sentía absolutamente fuera de lugar. Se burlaban de mí, me jalaban el pelo, me decían cosas, me la pasaba peleando o escondiéndome en el baño", relató sobre el bullying que sufrió.
Bozzo prefería esconderse en el baño a la hora del recreo para no socializar, lo que le dejó como resultado no tener amigas. Hasta ahora le resulta difícil hacer amigas, pues no se conecta con la gente. Esa soledad la llevó, ya de adulta, a pasar un cumpleaños sola en Tijuana, metida en un bar junto con prostitutas que le "enseñaban a bailar".
Pero, a diferencia de lo que le ocurría en la escuela, entre estas otras personas Laura se sentía bien.
"Cuando estoy en esos lugares me siento que soy yo. Yo me siento a tomar un tequila, lo que sea, en el suelo de una casa pobre, encima de una silla o de una piedra y me siento más que pertenezco ahí que a todo este mundo en el cual estoy, pero que yo no soy parte".
—Para los que no conocen a Laura Bozzo, ¿quién es?
—Me considero una loca total, que dice lo que piensa. Me he metido en los líos más grandes del mundo. Desde niña mi madre me metía ají picante en la boca y me decía: ‘¡Cállate por el amor de Dios! No puedes hablar todo lo que piensas. No puedes ser así, eso te va a crear todas las desgracias de tu vida’. Y me ha traído grandes cosas y también grandes desgracias.
El gran lío de Laura Bozzo
Precisamente el día que Laura se metió en un gran lío fue cuando decidió hablar de la hija no reconocida de Alejandro Toledo, entonces presidente de Perú.
Me metí en el lío de mi vida. Gracias a eso tuve tres años de arresto, injustos y absolutamente dolorosos, porque me privaron de estar con mis hijas y de mi éxito. Yo estaba en ese momento en Telemundo arrasando con el programa. Perdí mis propiedades, perdí lo que gané, me quedé en la pobreza total, perdí todo. Fue una de las dos experiencias más dolorosas de mi vida
Bozzo podía haber grabado su programa desde México e incluso había pasado ya el área de migración, pero no quiso huir y dejar a los trabajadores de su emisión sin fuentes de empleo.
—¿Cómo fue ese día que te detuvieron? ¿Qué fue lo primero que se te vino a la cabeza?
—Dije: "Yo no voy a huir". Lo peor fue mi hija, tenía 13 años, estaba llorando por un lado, agarrándome la pierna, y yo pensé: "Me voy con mi hija y se acabó". Fue cuestión de segundos en que me jaló más el amor de madre. Pero cuando estaba por irme, cerré los ojos y vi a toda esa gente que confió en mí, que se la jugó por mí, y dije: "Yo me voy a quedar, el que se escapa es el que tiene la culpa".
Bozzo trató de calmar a su hija, pero no esperaba que su proceso durara tres años. Le dio a la policía la dirección de su set de televisión, que era como su casa.
No tenía casa más que en Miami. Y me pasé tres años de mi vida. No sé hasta dónde hubiera llegado yo si no hubiera tenido esos tres años de arresto domiciliario. Eso, de alguna manera, detuvo totalmente mi carrera y mi crecimiento
El inicio de Laura Bozzo y "que pase el desgraciado"
La llegada de Bozzo a la televisión fue una casualidad. Cuando era regidora de la Municipalidad de Lima la entrevistaron para un canal y un político vio en ella madera para dedicarse a ese medio ."A mí nunca me había interesado la televisión, nunca lo soñé… Creo que la gente estaba harta de caritas lindas y descerebradas".
—Llegaste ahí, pero ¿el primer día te maquillaron, te dijeron este es el set? ¿Cómo fue ese proceso?
—Éramos tres. Las mujeres tienen la palabra, así se creó el programa, nació de una entrevista que me hicieron a mí. Me maquillaron y empecé a hablar así como te estoy hablando a ti, así como hablo yo. Lo que pensaba. Y eso causó conmoción. De ser una desconocida a que todo el mundo en la calle me hablara, me encantaba. Eso fue el inicio.
Después llegó el gobierno de Fujimori, del que Bozzo fue crítica, y terminaron con ese programa, pero un año después, la presentadora descubrió que lo suyo era la TV, y Genaro Delgado Parker, dueño de Panamericana, le dijo que debería tener un programa como el de Cristina Saralegui.
Lo miré y le dije: ‘Será como el de Laura Bozzo, señor’, Cristina Saralegui será muy famosa, pero Laura Bozzo no imita a nadie
—En este paso por la TV, ¿cómo surgió la famosa frase : "Que pase el desgraciado"? ¿Cómo se te ocurrió?
—Eso salió así nada más… Estaba el desgraciado, Jesús, de 17, 18, años, y había dos chicas, de 16, embarazadas de él, y había una tercera, que saqué de espaldas, de 15. Me acuerdo que iba a decir que pase Jesús y no, dije: "Que pase el desgraciado". Y ahí quedó. El desgraciado era Jesús, que las había embarazado a las tres.
La niña detrás de la mujer fuerte
Laura Bozzo solo tiene miedo a fallarles a sus hijas y a su gente. A sus padres les diría: " Que me perdonen, porque creo que ellos hubieran esperado que fuera más normal, por así decirlo. Los pobres yo sé que no pueden descansar en paz, porque toda la vida estoy metida en líos".
Detrás de la mujer fuerte y segura, Laura dijo que hay una persona inmadura. "Tengo 253 de cociente intelectual y sin embargo mi inteligencia emocional es nula. Soy una niña prácticamente en muchas cosas".
¿Qué le dirías a toda la gente que está viendo esta nota? ¿Cuál sería tu mensaje hoy, Laura?
—Que no juzguen sin saber. Bajo esa fortaleza brutal que tengo, hay una niña muy débil que sufrió y que fue humillada. A mí me duelen muchas cosas que se dicen. Soy muy sensible, por eso conecto con la gente más humilde o discriminada, porque yo he sido discriminada, porque yo nunca me he sentido parte del mundo donde nací
Entre los líos que ha enfrentado, las críticas y señalamientos, Bozzo aseguró que no se arrepiente de las decisiones que ha tomado.
—Nunca me arrepiento de nada, porque una cosa aprendí, estoy sentada donde estoy por todos mis errores, cosas buenas y cosas malas. Si me arrepiento voy en contra de lo que soy, y amo lo que soy.
En su departamento ubicado en un lujoso barrio de la capital mexicana, desde donde puede verse el Castillo de Chapultepec, Bozzo recibió a Infobae. Es este lugar, lleno de luz y con seis habitaciones, donde Laura pasa sus días, acompañada por la gente de servicio, que le ha sido fiel durante años.
Rodeada por algunos muebles y con la pintura de su madre en un lugar destacado, Laura -vestida con una espectacular chaqueta dorada y maquillada especialmente para la cita- habló en exclusiva de su infancia, de los problemas en los que se ha metido por su carácter, de su llegada a la televisión y de cómo surgió su ya emblemática frase "Que pase el desgraciado". También recordó el día que la detuvieron y quedó bajo arresto domiciliario.
"Fui una niña que venía de una familia italiana que tuvo éxito en Perú; mi padre era el mejor ingeniero, mi abuelo, el rey de la pesca, y me pusieron en un colegio de alta sociedad donde eran todas niñas ricas. Yo me sentía absolutamente fuera de lugar. Se burlaban de mí, me jalaban el pelo, me decían cosas, me la pasaba peleando o escondiéndome en el baño", relató sobre el bullying que sufrió.
Bozzo prefería esconderse en el baño a la hora del recreo para no socializar, lo que le dejó como resultado no tener amigas. Hasta ahora le resulta difícil hacer amigas, pues no se conecta con la gente. Esa soledad la llevó, ya de adulta, a pasar un cumpleaños sola en Tijuana, metida en un bar junto con prostitutas que le "enseñaban a bailar".
Pero, a diferencia de lo que le ocurría en la escuela, entre estas otras personas Laura se sentía bien.
"Cuando estoy en esos lugares me siento que soy yo. Yo me siento a tomar un tequila, lo que sea, en el suelo de una casa pobre, encima de una silla o de una piedra y me siento más que pertenezco ahí que a todo este mundo en el cual estoy, pero que yo no soy parte".
—Para los que no conocen a Laura Bozzo, ¿quién es?
—Me considero una loca total, que dice lo que piensa. Me he metido en los líos más grandes del mundo. Desde niña mi madre me metía ají picante en la boca y me decía: ‘¡Cállate por el amor de Dios! No puedes hablar todo lo que piensas. No puedes ser así, eso te va a crear todas las desgracias de tu vida’. Y me ha traído grandes cosas y también grandes desgracias.
El gran lío de Laura Bozzo
Precisamente el día que Laura se metió en un gran lío fue cuando decidió hablar de la hija no reconocida de Alejandro Toledo, entonces presidente de Perú.
Me metí en el lío de mi vida. Gracias a eso tuve tres años de arresto, injustos y absolutamente dolorosos, porque me privaron de estar con mis hijas y de mi éxito. Yo estaba en ese momento en Telemundo arrasando con el programa. Perdí mis propiedades, perdí lo que gané, me quedé en la pobreza total, perdí todo. Fue una de las dos experiencias más dolorosas de mi vida
Bozzo podía haber grabado su programa desde México e incluso había pasado ya el área de migración, pero no quiso huir y dejar a los trabajadores de su emisión sin fuentes de empleo.
—¿Cómo fue ese día que te detuvieron? ¿Qué fue lo primero que se te vino a la cabeza?
—Dije: "Yo no voy a huir". Lo peor fue mi hija, tenía 13 años, estaba llorando por un lado, agarrándome la pierna, y yo pensé: "Me voy con mi hija y se acabó". Fue cuestión de segundos en que me jaló más el amor de madre. Pero cuando estaba por irme, cerré los ojos y vi a toda esa gente que confió en mí, que se la jugó por mí, y dije: "Yo me voy a quedar, el que se escapa es el que tiene la culpa".
Bozzo trató de calmar a su hija, pero no esperaba que su proceso durara tres años. Le dio a la policía la dirección de su set de televisión, que era como su casa.
No tenía casa más que en Miami. Y me pasé tres años de mi vida. No sé hasta dónde hubiera llegado yo si no hubiera tenido esos tres años de arresto domiciliario. Eso, de alguna manera, detuvo totalmente mi carrera y mi crecimiento
El inicio de Laura Bozzo y "que pase el desgraciado"
La llegada de Bozzo a la televisión fue una casualidad. Cuando era regidora de la Municipalidad de Lima la entrevistaron para un canal y un político vio en ella madera para dedicarse a ese medio ."A mí nunca me había interesado la televisión, nunca lo soñé… Creo que la gente estaba harta de caritas lindas y descerebradas".
—Llegaste ahí, pero ¿el primer día te maquillaron, te dijeron este es el set? ¿Cómo fue ese proceso?
—Éramos tres. Las mujeres tienen la palabra, así se creó el programa, nació de una entrevista que me hicieron a mí. Me maquillaron y empecé a hablar así como te estoy hablando a ti, así como hablo yo. Lo que pensaba. Y eso causó conmoción. De ser una desconocida a que todo el mundo en la calle me hablara, me encantaba. Eso fue el inicio.
Después llegó el gobierno de Fujimori, del que Bozzo fue crítica, y terminaron con ese programa, pero un año después, la presentadora descubrió que lo suyo era la TV, y Genaro Delgado Parker, dueño de Panamericana, le dijo que debería tener un programa como el de Cristina Saralegui.
Lo miré y le dije: ‘Será como el de Laura Bozzo, señor’, Cristina Saralegui será muy famosa, pero Laura Bozzo no imita a nadie
—En este paso por la TV, ¿cómo surgió la famosa frase : "Que pase el desgraciado"? ¿Cómo se te ocurrió?
—Eso salió así nada más… Estaba el desgraciado, Jesús, de 17, 18, años, y había dos chicas, de 16, embarazadas de él, y había una tercera, que saqué de espaldas, de 15. Me acuerdo que iba a decir que pase Jesús y no, dije: "Que pase el desgraciado". Y ahí quedó. El desgraciado era Jesús, que las había embarazado a las tres.
La niña detrás de la mujer fuerte
Laura Bozzo solo tiene miedo a fallarles a sus hijas y a su gente. A sus padres les diría: " Que me perdonen, porque creo que ellos hubieran esperado que fuera más normal, por así decirlo. Los pobres yo sé que no pueden descansar en paz, porque toda la vida estoy metida en líos".
Detrás de la mujer fuerte y segura, Laura dijo que hay una persona inmadura. "Tengo 253 de cociente intelectual y sin embargo mi inteligencia emocional es nula. Soy una niña prácticamente en muchas cosas".
¿Qué le dirías a toda la gente que está viendo esta nota? ¿Cuál sería tu mensaje hoy, Laura?
—Que no juzguen sin saber. Bajo esa fortaleza brutal que tengo, hay una niña muy débil que sufrió y que fue humillada. A mí me duelen muchas cosas que se dicen. Soy muy sensible, por eso conecto con la gente más humilde o discriminada, porque yo he sido discriminada, porque yo nunca me he sentido parte del mundo donde nací
Entre los líos que ha enfrentado, las críticas y señalamientos, Bozzo aseguró que no se arrepiente de las decisiones que ha tomado.
—Nunca me arrepiento de nada, porque una cosa aprendí, estoy sentada donde estoy por todos mis errores, cosas buenas y cosas malas. Si me arrepiento voy en contra de lo que soy, y amo lo que soy.
Fuente Por Mariana Dahbar y Cynthia Talavera/Infobae
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