Tranquilo, directo y contento, así podríamos definir a Michel, quien se encuentra en una etapa de mucha paz y armonía con Dios.
Luego de muchos años de altas y bajas, considera que ha llegado el momento de disfrutar el éxito, por lo que agradece que todo se haya dado de esa forma porque así puede disfrutarlo sin emborracharse de la fama.
“He sido muy discriminado en República Dominicana por gente que ni me conocen ni me han tratado. Dios me ha dado tantas bendiciones que entendí que todas esas personas que me cerraron puertas no me hicieron mal; al contrario, me ayudaron, me hicieron creer en mí”, confiesa el intérprete de salsa.
Continúa explicando que nada de lo que tiene le ha sido fácil. Sin embargo, a lo largo de estos 35 años siempre se ha mantenido sonando; muestra de eso es que desde hace cinco años no puede pasar 10 días en el país por su complicada agenda de trabajo.
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