Por Fausto Polanco/Merengueros
Por lo que recorriendo un poco en la publicación queda evidenciado de todas las vivencias narradas, la del fallecido merenguero Jochy Hérnandez es la más triste y llena de nostalgia por lo que vivió en su corta carrera.
Para Fausto Polanco, autor de “Merengueros”, en realidad este exponente del ritmo merengue pasó por grandes cosas, todas muy tristes, que lo llevaron a tener que superar una tras otra.
“A Jochy le mataron a su padre, sufrió un accidente en 1986 y más tarde le vino un cáncer cerebral que acabó con su vida, y ya en 2012 también mataron a su hijo”, dice Polanco.
El libro cuenta que la tragedia en la familia de Jochy Hernández inició la noche del 5 de octubre de 1974, fecha en que su padre, Bartolo Hernández, fue asesinado de un disparo en el pecho, a quemarropa.
Ese hecho nunca se dilucidó en la Justicia y su familia lo atribuye a manos oscuras de la política de entonces. Nunca se esclareció.
Pero más adelante, cuando su carrera estaba en un buen sitial, el 16 de agosto de 1987, cuando Jochy regresaba a Santo Domingo luego de una presentación en el Cibao, el minibús en que viajaban los músicos fue embestido por un camión en Bonao.
Accidente fatal
Las versiones recogidas de los músicos que sobrevivieron, algunos dormidos al instante del accidente, dan cuenta de que unos hierros que transportaba el camión se pegaron del lado derecho del minibús y cortaron la el lado derecho del minibús, mutilando a todos los músicos que venían de ese lado. Jochy Hernández venía retrasado en otro vehículo y al cruzar por el lugar del accidente preguntó qué había pasado, y la respuesta fue: ”El grupo de Jochy Hernández tuvo un accidente y hay varios heridos y muertos”.
Jochy y su hermano Ruddy se percataron que ya tres de los músicos habían fallecido, incluyendo el cantante Deivy, quien tras ser sacado del lugar del accidente con problemas mínimos fue arrollado por otro vehículo que pasó a gran velocidad”. En total murieron seis personas: cuatro músicos, un corista y el chofer.
El diagnóstico fatal
A mediados de 1990, Jochy padecía de fuertes dolores de cabeza y pérdida de la visión, visitó un médico amigo de San Cristóbal, quien lo refirió para que se hiciera algunos estudios.
El doctor José Joaquín Puello recomendó hacerle una biopsia, en la que se le detectó un tumor maligno alojado en su cerebro, diagnóstico que lo deprimió por algunos días.
María del Carmen, que era su esposa, reconoció que lo más difícil para ella fue tener a su lado a una persona rozagante, fuerte y llena de vida, y de repente verlo sufrir fuertes dolores de cabeza, hasta llegar a la conclusión de que tenía un tumor cerebral maligno.
Pero fue más terrible aún escuchar a una doctora decirle: ‘Oye lo que te voy a decir, pero no puedes llorar. A tu esposo le quedan unos pocos meses de vida’. “Eso fue duro, algo que uno no asimila así tan fácil”, precisó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario