NUEVA YORK.- A Romeo Santos no le gustan esos temas. De entrada, lo dejó claro: “Yo no me quiero meter en política, ni en religión, ni en bochinche”.
Pero su elocuencia e irreverencia pudieron más, y con sólo una frase, el bachatero transgredió sus propios límites. El resultado fue inmediato: encendió la chispa de los cientos de latinoamericanos que llegaron la noche de este viernes al Barclays Center, en Brooklyn.
“¡Fu** you Donald Trump!” (Jó**** Donald Trump), expresó el intérprete, mientras la multitud que llenó el estadio respondía exaltada, aplaudía, levantaba y agitaba los brazos.
De esta forma, el “Rey de la Bachata” se unió a la larga lista de artistas y otras personalidades públicas que han usado su influencia para pedir que se detenga la xenofobia y la discriminación, no sólo hacia los mexicanos, sino hacia la comunidad inmigrante en general.
“Trump tiene problemas con los mexicanos, pero ellos son los que le construyen sus edificios”, agregó con firmeza el cantante.
Su planteamiento, aunque breve, fue suficiente para unir en un mismo grito de indignación a esos que él llama “romeristas”. Sin embargo, el anterior, fue uno de los tantos paréntesis emotivos de la jornada musical.
En el primero de tres conciertos en el pabellón de los Nets, el cantante de origen dominicano y puertorriqueño no dejó de demostrar que su música trasciende nacionalidades.
El espacio parecía desbordarse al grito de: “¿Dónde están los latinos?”. Dominicanos, boricuas, peruanos, costarricenses, ecuatorianos, colombianos… todos respondían al llamado de Romeo, algunos con sus respectivas banderas en mano.
Temas como “Te pido de rodillas” -grabado en conjunto con Enrique Iglesias- y “Por un segundo” y “Su veneno” -de sus tiempos en Aventura- activaron la vibra caribeña y el meneo de los fanáticos.
Pero el cantante sabe que su público es insaciable y les tenía otra sorpresa. Trepado en un brazo mecánico circuló desde las alturas por todo el espacio para complacer peticiones musicales.
“Hay artistas que cantan el mismo show… Yo no quiero que se vayan molestos, insatisfechos. Quiero dedicar esta parte del show a canciones que tal vez tienen mucho significado para ustedes, pero no suenan en la radio”, expresó.
Dos horas después de iniciado el evento y cuando cualquiera pensaría que los ánimos recesan, Romeo retó a sus seguidores. “¿Seguimos?” “¿No tienen sueño?” “¿Seguimos hasta las 6 a.m.?”.
La respuesta era evidente en los cuerpos. Los presentes continuaron bailando y cantando como si se tratara de un comentario accesorio. La música se convirtió en principio y fin…
Pero su elocuencia e irreverencia pudieron más, y con sólo una frase, el bachatero transgredió sus propios límites. El resultado fue inmediato: encendió la chispa de los cientos de latinoamericanos que llegaron la noche de este viernes al Barclays Center, en Brooklyn.
“¡Fu** you Donald Trump!” (Jó**** Donald Trump), expresó el intérprete, mientras la multitud que llenó el estadio respondía exaltada, aplaudía, levantaba y agitaba los brazos.
De esta forma, el “Rey de la Bachata” se unió a la larga lista de artistas y otras personalidades públicas que han usado su influencia para pedir que se detenga la xenofobia y la discriminación, no sólo hacia los mexicanos, sino hacia la comunidad inmigrante en general.
“Trump tiene problemas con los mexicanos, pero ellos son los que le construyen sus edificios”, agregó con firmeza el cantante.
Su planteamiento, aunque breve, fue suficiente para unir en un mismo grito de indignación a esos que él llama “romeristas”. Sin embargo, el anterior, fue uno de los tantos paréntesis emotivos de la jornada musical.
En el primero de tres conciertos en el pabellón de los Nets, el cantante de origen dominicano y puertorriqueño no dejó de demostrar que su música trasciende nacionalidades.
El espacio parecía desbordarse al grito de: “¿Dónde están los latinos?”. Dominicanos, boricuas, peruanos, costarricenses, ecuatorianos, colombianos… todos respondían al llamado de Romeo, algunos con sus respectivas banderas en mano.
Temas como “Te pido de rodillas” -grabado en conjunto con Enrique Iglesias- y “Por un segundo” y “Su veneno” -de sus tiempos en Aventura- activaron la vibra caribeña y el meneo de los fanáticos.
Pero el cantante sabe que su público es insaciable y les tenía otra sorpresa. Trepado en un brazo mecánico circuló desde las alturas por todo el espacio para complacer peticiones musicales.
“Hay artistas que cantan el mismo show… Yo no quiero que se vayan molestos, insatisfechos. Quiero dedicar esta parte del show a canciones que tal vez tienen mucho significado para ustedes, pero no suenan en la radio”, expresó.
Dos horas después de iniciado el evento y cuando cualquiera pensaría que los ánimos recesan, Romeo retó a sus seguidores. “¿Seguimos?” “¿No tienen sueño?” “¿Seguimos hasta las 6 a.m.?”.
La respuesta era evidente en los cuerpos. Los presentes continuaron bailando y cantando como si se tratara de un comentario accesorio. La música se convirtió en principio y fin…
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