Fue en junio de 2015 cuando Ben Affleck y Jennifer Garner anunciaron su separación, después de 12 años juntos y tres hijos en común, Violet, Samuel y Seraphina.
Desde entonces y hasta 2017, la actriz de series como Alias intentó por todos los medios salvar su matrimonio. “Puso su corazón y su alma para intentar arreglar la relación y quería desesperadamente que funcionara por el bien de ellos y de los niños. Le perdonó muchas cosas y aún así él no podía cambiar”, dijo un amigo de Garner a la revista Us Weekly.
La fuente contó a la publicación que, finalmente y pese a todos los esfuerzos, en 2017 empezó el trámite de divorcio… y entonces fue Affleck quien decidió no darse por vencido y quien quería recuperar a Jen, a pesar de que ya tenía un romance con la productora de Saturday Night LiveLindsay Shookus.
“En varias ocasiones, él le rogó que regresara, pero ella ya no está interesada”, agregó el informante. Sin embargo una fuente cercana a la pareja ha asegurado que el actor ya no ha vuelto la vista atrás y que cuando decidieron divorciarse, la decisión fue definitiva.
Supuestamente, Ben y Jennifer estuvieron cerca de reconciliarse cuando él entró a rehabilitación el año pasado. Garner lo visitó casi a diario y lo apoyó en su recuperación. Incluso tomaron terapia de pareja para trabajar en su relación y todo indicaba que su matrimonio podía salvarse. Ambos querían que las cosas funcionaran.
Sin embargo, por varias razones las cosas no salieron como esperaban: las adicciones de Affleck siempre estarán presentes; además, ahora está enamorado de Shookus y toma su relación muy en serio. Y según Us Weekly, ella ha empezado a salir con varios hombres.
“Jen está lista para seguir sus sentimientos y dar una oportunidad al amor. No es exagerado decir que Ben le rompió el corazón y la dejó en un muy mal lugar a nivel emocional. Han pasado casi tres años desde que terminaron. Es momento de que ella siga adelante”, dijo la fuente a Us Weekly
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