La televisión de Venezuela es distinta de lo que fue hace varios años. Muchas de sus estrellas se han refugiado en otros países debido a la crisis política, económica y social que afecta al país.
El actor y humorista Orlando Urdaneta, quien vivió un gran apogeo profesional en la década de los 80, y permaneció un tiempo en República Dominicana, externó fuertes críticas al gobierno de Chávez, lo que provocó su salida de Venezuela en 2001.
El actor de telenovelas fue famoso en el país por un anuncio de Mistolín y de los productos Miss Key. Participó en la primera novela dominicana, “María José”, junto a Nuryn Sanlley y actuó con Franklin Domínguez en la película “El crimen del penalista”.
También escribió el monólogo “¿Divorciarme yo?, obra en la que dirigió a Daniel Sarcos hace poco.
Desde Miami, Urdaneta conversó con LISTÍN DIARIO sobre cómo su vida cambió con la salida de su país.
¿CÓMO SE PRODUJO SU SALIDA DE VENEZUELA?
No fue fácil. No sabía que me tenía que quedar a vivir en Miami. Me entero cuando voy a salir del país y me encuentro con una situación ilegal por parte de la dictadura que es mi país. Empiezan a ponerme trabas, hasta que aparece un alma buena de Dios y me dice que me va a ayudar a salir, pero me dice “no puedes volver”. Venía a un homenaje que me hacía el periódico El Venezolano, aquí. Yo traía un jean, una franela y el traje que me iba a poner la noche del homenaje. La que se devolvió fue mi señora, le costó muchísimo conseguir papeles a las niñas y poderlas sacar.
¿CÓMO FUE LA EXPERIENCIA DE RADICARSE DE FORMA ABRUPTA EN MIAMI?
Vivimos toda clase de vicisitudes. Uno salir de su comodidad, de su hogar, de todo lo que uno tenía en su país, y luego vivir arrimado en un cuarto de hotel; gracias a las bondades de amigos conseguimos un cuarto para las niñas, hasta que nos mudamos en una casa.Aprendimos muchísimo y pasamos por muchas cosas, pero aquí estamos.
¿DE QUÉ MANERA SE VIO AFECTADA SU VIDA ARTÍSTICA?
Ahora valoramos cosas que uno no sabe que las tiene hasta que las pierde, que es el reconocimiento. Llegar aquí a un sitio y que ni te saluden, o llamar a alguien y decirle mire ¿cómo se llama usted?, son tonterías, pero uno está acostumbrado a que la gente te diga señor Orlando, como me hacían sentir en República Dominicana.
Desde ahí en adelante te cambia todo porque tienes que contar lo que llevas en los bolsillos para ver si puedes poner gas, tienes que pasar media hora más manejando para poder comer algo en casa porque no te puedes gastar lo que cargas para que la familia se coma una pizza y unos refrescos porque el dinero, o está para otra cosa, o no está.
Son aprendizajes y son cosas que se fueron superando gracias a Dios.
CON LA EXPERIENCIA QUE HA TENIDO, ¿HASTA QUÉ PUNTO UN ARTISTA DEBE INVOLUCRARSE PÚBLICAMENTE CON LA POLÍTICA?
De repente, a figuras de tu país como Johnny Ventura y Roberto Salcedo les repica, los llama el gusanillo político o muchas veces ocurre que uno, de tanto revisar la realidad, en el caso de los periodistas, por ejemplo, llega un momento en que hablan con tantos políticos, revisan todos los días la geografía política y acusan, recusan y llega el momento en que dicen: yo voy a intervenir aquí, ¿por qué no hacen algo?, y te preguntan que si te gustaría dedicarte a eso. Y termina uno allí.
Llegó un momento en que realmente tuve un altísimo poder, lo que decía a las 10 de la noche, definitivamente cambiaba. Yo pude conducir la opinión de buena parte del país desde un programa. Y eso, aparte de una gran responsabilidad, tiene un gran peligro, por una parte, el ego, y te haces responsable de cualquier cosa que pueda hacer la gente al día siguiente o esa misma noche. No es una responsabilidad grata si eres una persona sensata, una persona responsable a la que le preocupa la gente.
¿SU CRÍTICA POLÍTICA CONTRIBUYÓ A LA CAÍDA DE SU POPULARIDAD?
Pagué un alto precio por todo eso y buena parte de la gente que me seguía dejó de seguirme. En estos pueblos caribeños todos somos jugadores. Apostamos al ganador. No sabemos entender que perder batalla no es perder la guerra.
¿SI HUBIESE IMAGINADO LAS CONSECUENCIAS DE SU POSICIÓN, SE HABRÍA DEDICADO A LA POLÍTICA ?
Si yo hubiese conocido la clase de gente al lado de la cual yo estaba haciendo eso, sigo metiéndome en contra de ellos.
Yo los hago responsables de la llegada de la dictadura, de la llegada de este horror de pesadilla que estamos viviendo, que viene de la mano de políticos y militares corruptos y sinvergüenzas que se enriquecieron, pero a manos llenas, no agraviando como se están enriqueciendo los truhanes que tenemos ahora. Cada vez que hago el balance hubiera hecho exactamente lo mismo. No creo que yo pudiera resistir el no combatir ese horror, de verdad que no.
¿QUÉ OPINA DE LA TELEVISIÓN DE SU PAÍS?
La vida artística como casi todos los órdenes del país ha sido severamente golpeada y atropellada. El triple quiere salir pero no puede. Si usted es dueño de una finca y todavía no se la han invadido, usted no puede montarse las bancas al hombro para irse a vivir a otro país. Si se va, se lo invaden o se lo quitan. La gente cuida las cosas hasta que puede.
¿CUÁL FUE SU REACCIÓN RESPECTO AL CIERRE DE RADIO CARACAS TELEVISIÓN?
Radio Caracas es parte de mi infancia, de mi historia en la televisión, y el amor que yo tengo por la Radio Caracas que yo conocí no tiene medida. Cuando ocurrió lo de Radio Caracas ya yo estaba en regreso de las soluciones democráticas. Yo sabía que estábamos tratando con un atajo de bandidos que era una partida de cuatreros y que como cuatreros los habían contratado. Usted así no se sienta a negociar.
Lo que yo siento que le pasó a Radio Caracas Televisión, como les pasó a varias empresas y como les sigue pasando a muchos, es que siempre la gente cree que a ellos no les va a pasar. Que si ellos bajan la guarda no les va a pasar, y no estoy hablando de Radio Caracas, que fue muy firme y muy fuerte. Pero es que estábamos hablando de una dictadura con un proyecto trasnochado, hediondo a neftalina como es el proyecto cubano, absolutamente fracasado en el mundo entero.
AHORA SE CONCENTRA EN LA PRODUCCIÓN DE TELEVISIÓN Y EL TEATRO. ¿HA ABANDONADO EL QUEHACER POLÍTICO?
No participo en nada, entro a Twitter para hacer comentarios graciosos, pero no para otra cosa, porque ya está.
Soy ciudadano americano, tengo que vivir en los Estados Unidos, tengo que vivir en Miami, y la única realidad es esa.
Todo lo que venga de ahora en adelante en ese país lo tienen que decir los que allá viven, si quieren cambiar lo que tienen para bien o seguirle el jueguito a la ganga, a la banda esa de delincuentes que tienen montada allí. ¿Por qué?, porque yo no tengo otros 50 años para regalárselos al país, y lo haría con gusto si los tuviera y si estuviera coherente cuando tenga los otros 50, si no, no tiene sentido.
Ahora, si pasara algo y a uno el país lo necesitara, obviamente que me tendrá, pero ahora afortunadamente los medios permiten hasta ensayar una obra de teatro por Skype.
Nelson Bustamante
El animador venezolano Nelson Bustamante estaba casi al cumplir 20 años como animador en Radio Caracas Televisión, canal al que se integró en 1988. Sin embargo, debido a la falta de proyectos de la directiva, tuvo que marcharse a Miami para conducir un programa de variedades. Bustamente es reconocido como uno de los mejores animadores de Venezuela.
Carmen Elena Manrique
La venezolana tiene varios años en República Dominicana, donde produce su programa “Focus” y donde piensa tener sus hijos. En una ocasión ella comentó a este diario que no aspira a no volver a vivir en Venezuela. Solo regresaría de visita, pero confía en que la situación socio-política que vive su país natal cambie. Mientras tanto, ella se siente una dominicana más.
Daniel Sarcos
La delincuencia obligó al presentador de televisión a dejar su país. En varias ocasiones fue víctima de atracos con amenazas de armas de fuego; desconocidos intentaron meterse en su casa y una vez lo lograron, y casi es víctima de secuestro en su propia casa. Recientemente Sarcos obtuvo la nacionalidad dominicana, y vive entre Miami y Santo Domingo.
Chiquinquirá Delgado
La presentadora vive en Miami, donde conduce el programa “Despierta América”. Reconoce que la situación política de su país ha salpicado todos los órdenes. “Venezuela ha tenido épocas a nivel de telenovelas que se las peleaban en mercados internacionales, y quisiera que esa época de gloria de la televisión venezolana volviera”, dijo a LISTÍN DIARIO en una ocasión.
OTRAS FIGURAS QUE SALIERON DE VENEZUELA
Antes, el talento venezolano no tenía necesidad de salir de su país. Sin embargo, la crisis política, económica y social ha provocado la emigración.
Una de las ciudades que ha acogido a figuras venezolanas es Miami. Orlando Urdaneta se encuentra en proceso de nacionalización americana y por ahora no tiene pasaporte de ningún tipo. Por eso no asistió al estreno de “¿Divorciarme yo?” en el país.
El humorista forma parte del canal Telefutura, donde es productor ejecutivo del programa nocturno “Noche de perros”.
El periodista Fausto Malavé dejó la radio y la televisión para irse a Estados Unidos; María Alejandra Requena se fue a Miami después del cierre de Radio Caracas Televisión; la presentadora Silvia Parra lleva ocho años en Colombia y salió de su país por la crisis que se produjo tras el golpe de Estado a Hugo Chávez en 2002.
“¿Quiénes han ganado? Los pueblos que generosamente nos han recibido como tu bello país, Costa Rica, Panamá y Colombia, que está súper feliz porque ha recibido una inmigración de un buen grupo intelectual y con recursos económicos, que se ha escapado adonde pueden estar mejor. No deja de ser cierto que uno tiene a veces que convivir con unos cuantos delincuentes”, expresó Urdaneta.
"Si veo un venezolano no tengo que preguntarle si es ladrón o no. Aquí han llegado los asaltantes que se llevaron millones y millones, entonces ahora cuando les quisieron trancar el juego allá, huyeron y viven aquí y se presentan como víctimas del régimen, y se presentan como asignados políticos y consiguen ese asilo", manifestó el actor que protagonizó la telenovela "Elizabeth" junto a Caridad Canelón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario