Lágrimas, miedos, frustraciones, intrigas y dolorosas despedidas.
Son ingredientes de cualquier buena telenovela. Pero el viernes los sentimientos salieron del mundo de la ficción e inundaron a sus creadores, los empleados de las principales cadenas de televisión en español en Estados Unidos.
Son pocos los que no temen por el futuro de sus puestos de trabajo. Reina la incertidumbre pues la industria se tambalea frágil, en momentos en que los jóvenes hispanos bilingües se inclinan hacia la televisión en inglés a la carta, y la hostilidad del presidente Donald Trump a los inmigrantes frena la llegada de nuevas audiencias.
La crisis se ceba incluso con la cúpula directiva. De hecho, esta semana anunció su retiro el director general del gigante de la televisión en español, Univision Communications. Se trata de Randy Falco, quien renunció sorpresivamente apenas cuatro meses después de que la empresa renovara su contrato.
Los de abajo también sufren. En Telemundo Studios, en Miami, la jornada de trabajo “parecía un velorio”, dijo uno de más de un centenar de empleados despedidos del área técnica de producción, edición y dirección.
La cadena se prepara con bombos y platillos para su mudanza el mes próximo a una ultramoderna nueva sede global cerca de la intersección del Florida Turnpike y la calle 25 del NW, sobre un terreno adquirido con beneficios fiscales del estado de Florida y el condado Miami-Dade. Telemundo prometió a cambio “retener 800 empleos y crear 150 trabajos con un salario promedio de $89,000”, según el South Florida Business Journal.
Ernesto Álvarez, jefe de audio despedido el jueves, se pregunta, entre lágrimas, dónde se extravió aquella palabra.
“Tuvimos reuniones con jefes que nos dijeron que todo iba a estar bien en la nueva sede”, señaló Álvarez en declaraciones a el Nuevo Herald. “Pero a las 6 p.m. empezaron a llamarnos uno por uno a Recursos Humanos, y aunque hemos dado la vida por esta empresa, nos despidieron. Nos van a dar solamente 4 semanas de salario”.
Alfredo Richard, vicepresidente de comunicaciones corporativas de NBCUniversal Telemundo Enterprises, ofrece una versión distinta. Las reducciones en la nómina sirven “para garantizar el éxito a largo plazo de nuestro negocio”, explicó.
“Telemundo ha redefinido con éxito lo que significa ser una empresa de medios hispanos y convertirse en un destino para la innovación”, declaró Richard.
“Estamos comprometidos a invertir en esta estrategia porque, a través de la innovación y la agilidad, seguiremos siendo competitivos y mantendremos nuestro liderazgo. Al revisar nuestro próximo plan de producción y sus necesidades creativas, y considerar el tiempo necesario para preparar nuestros nuevos estudios en Telemundo Center, estamos ajustando nuestras líneas de producción”, precisó, al resaltar los altos índices de sintonía que han impulsado a la cadena a la cima de la industria entre los codiciados segmentos de adultos entre 18 y 49 años de edad.
Los despedidos conforman uno de los dos equipos de producción de Telemundo en Miami, encargados de filmar las telenovelas y series en escenas interiores y exteriores. Ellos sostienen que la cesantía colectiva en parte obedece al traslado de un 50 por ciento de las producciones originales de la cadena a Colombia y México, como resultado de los altos costos ejecutivos en el proceso de producción incurridos en Miami a partir del 2014.
Verónica Villafañe, editora de Media Moves, un popular blog que cubre a los hispanos en la industria de las comunicaciones, dijo a el Nuevo Herald que habría que cuestionar la motivación de cada una de las reestructuraciones, tanto de Telemundo como de Univision.
“En Univision evidentemente habrá un cambio de mando y me da la sensación, que habrá mayor influencia de Televisa”, explicó la experta, al resaltar que varios gerentes de la cadena norteamericana han sido asignados a puestos de liderazgo en el conglomerado mediático mexicano.
En la cadena Telemundo, una entidad separada de Telemundo Studios, también se hicieron ajustes de personal a principios de febrero; una de las afectadas por los despidos fue Angie Sandoval.
“Telemundo hizo una inversión gigantesca en las nuevas instalaciones y habría que ver si se les fue el presupuesto de la mano en uno de sus proyectos”, comentó Villafañe, sorprendida de los despidos en los estudios de Telemundo, pues la televisora se “ha jactado de sus producciones originales para los hispanos en Estados Unidos”.
Mientras tanto en Univision el ambiente laboral es sombrío. Ahí también se anticipan despidos en cualquier momento.
El martes, Univision anunció que había fracasado en su intento por lanzar una Oferta Pública inicial de Acciones (OPI), dejando a los inversionistas sin un plan de salida. La empresa suspendió su OPI debido a “las condiciones predominantes en el mercado”, según un documento enviado a la Comisión del Mercado de Valores (SEC).
Una fuente familiarizada con la reestructura de Univision comentó a Los Angeles Times que los asesores financieros de la empresa están en busca de una reducción de costos de $200 millones, una enorme suma que podría resultar en despidos masivos.
La renuncia de Falco se produjo un día después de la salida del director financiero de Univision, Francisco López-Balboa, contratado en parte para impulsar el proceso de OPI. El ejecutivo se fue “en busca de otras oportunidades”, dijo la empresa.
El Times apunta a una gran problemática en la industria: cambios demográficos y la postura de Trump hacia la inmigración.
“La inmigración ha alimentado la audiencia de las estaciones radiales y cadenas de televisión de Univision”, informa el diario. “Pero el crecimiento de la población latina proviene cada vez más de personas nacidas en EEUU que dominan el inglés y miran las principales cadenas de televisión, no solo las de habla hispana”.
Son pocos los que no temen por el futuro de sus puestos de trabajo. Reina la incertidumbre pues la industria se tambalea frágil, en momentos en que los jóvenes hispanos bilingües se inclinan hacia la televisión en inglés a la carta, y la hostilidad del presidente Donald Trump a los inmigrantes frena la llegada de nuevas audiencias.
La crisis se ceba incluso con la cúpula directiva. De hecho, esta semana anunció su retiro el director general del gigante de la televisión en español, Univision Communications. Se trata de Randy Falco, quien renunció sorpresivamente apenas cuatro meses después de que la empresa renovara su contrato.
Los de abajo también sufren. En Telemundo Studios, en Miami, la jornada de trabajo “parecía un velorio”, dijo uno de más de un centenar de empleados despedidos del área técnica de producción, edición y dirección.
La cadena se prepara con bombos y platillos para su mudanza el mes próximo a una ultramoderna nueva sede global cerca de la intersección del Florida Turnpike y la calle 25 del NW, sobre un terreno adquirido con beneficios fiscales del estado de Florida y el condado Miami-Dade. Telemundo prometió a cambio “retener 800 empleos y crear 150 trabajos con un salario promedio de $89,000”, según el South Florida Business Journal.
Ernesto Álvarez, jefe de audio despedido el jueves, se pregunta, entre lágrimas, dónde se extravió aquella palabra.
“Tuvimos reuniones con jefes que nos dijeron que todo iba a estar bien en la nueva sede”, señaló Álvarez en declaraciones a el Nuevo Herald. “Pero a las 6 p.m. empezaron a llamarnos uno por uno a Recursos Humanos, y aunque hemos dado la vida por esta empresa, nos despidieron. Nos van a dar solamente 4 semanas de salario”.
Alfredo Richard, vicepresidente de comunicaciones corporativas de NBCUniversal Telemundo Enterprises, ofrece una versión distinta. Las reducciones en la nómina sirven “para garantizar el éxito a largo plazo de nuestro negocio”, explicó.
“Telemundo ha redefinido con éxito lo que significa ser una empresa de medios hispanos y convertirse en un destino para la innovación”, declaró Richard.
“Estamos comprometidos a invertir en esta estrategia porque, a través de la innovación y la agilidad, seguiremos siendo competitivos y mantendremos nuestro liderazgo. Al revisar nuestro próximo plan de producción y sus necesidades creativas, y considerar el tiempo necesario para preparar nuestros nuevos estudios en Telemundo Center, estamos ajustando nuestras líneas de producción”, precisó, al resaltar los altos índices de sintonía que han impulsado a la cadena a la cima de la industria entre los codiciados segmentos de adultos entre 18 y 49 años de edad.
Los despedidos conforman uno de los dos equipos de producción de Telemundo en Miami, encargados de filmar las telenovelas y series en escenas interiores y exteriores. Ellos sostienen que la cesantía colectiva en parte obedece al traslado de un 50 por ciento de las producciones originales de la cadena a Colombia y México, como resultado de los altos costos ejecutivos en el proceso de producción incurridos en Miami a partir del 2014.
Verónica Villafañe, editora de Media Moves, un popular blog que cubre a los hispanos en la industria de las comunicaciones, dijo a el Nuevo Herald que habría que cuestionar la motivación de cada una de las reestructuraciones, tanto de Telemundo como de Univision.
“En Univision evidentemente habrá un cambio de mando y me da la sensación, que habrá mayor influencia de Televisa”, explicó la experta, al resaltar que varios gerentes de la cadena norteamericana han sido asignados a puestos de liderazgo en el conglomerado mediático mexicano.
En la cadena Telemundo, una entidad separada de Telemundo Studios, también se hicieron ajustes de personal a principios de febrero; una de las afectadas por los despidos fue Angie Sandoval.
“Telemundo hizo una inversión gigantesca en las nuevas instalaciones y habría que ver si se les fue el presupuesto de la mano en uno de sus proyectos”, comentó Villafañe, sorprendida de los despidos en los estudios de Telemundo, pues la televisora se “ha jactado de sus producciones originales para los hispanos en Estados Unidos”.
Mientras tanto en Univision el ambiente laboral es sombrío. Ahí también se anticipan despidos en cualquier momento.
El martes, Univision anunció que había fracasado en su intento por lanzar una Oferta Pública inicial de Acciones (OPI), dejando a los inversionistas sin un plan de salida. La empresa suspendió su OPI debido a “las condiciones predominantes en el mercado”, según un documento enviado a la Comisión del Mercado de Valores (SEC).
Una fuente familiarizada con la reestructura de Univision comentó a Los Angeles Times que los asesores financieros de la empresa están en busca de una reducción de costos de $200 millones, una enorme suma que podría resultar en despidos masivos.
La renuncia de Falco se produjo un día después de la salida del director financiero de Univision, Francisco López-Balboa, contratado en parte para impulsar el proceso de OPI. El ejecutivo se fue “en busca de otras oportunidades”, dijo la empresa.
El Times apunta a una gran problemática en la industria: cambios demográficos y la postura de Trump hacia la inmigración.
“La inmigración ha alimentado la audiencia de las estaciones radiales y cadenas de televisión de Univision”, informa el diario. “Pero el crecimiento de la población latina proviene cada vez más de personas nacidas en EEUU que dominan el inglés y miran las principales cadenas de televisión, no solo las de habla hispana”.
Fuente El Nuevo Herald
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