Kendra Wilkinson ama tanto su cuerpo que no tiene el menor problema en mostrarlo desnudo, algo común entre las playmates, pero lo que sí causó sorpresa fue su revelación de que hasta bebió de su propia lecha materna.
La rubia saltó a la fama como una de las tres chicas que acompañaron durante varios años al magnate millonario Hugh Hefener, creador de la revista Playboy que la tuvo viviendo en su mansión e incluso ella participó a su lado de un reality show.
Todo cambió cuando Kendra se enamoró del jugador de la NFL, Hank Baskett, con quien se casó y tuvo un hijo.
Inclusive la pareja se animó a protagonizar su propio reality, mostrando todas sus intimidades, hasta la crianza del pequeño Hank, que ya tiene casi dos años y, según confesó Kendra, en varias oportunidades tomó de su propia leche materna.
Lo que ocurre es que la sensual rubia no quiso abandonar su alocada vida, por lo que siguió acudiendo a fiestas después de su embarazo. La conejita trataba, de esta manera, superar la depresión postparto.
Pero en las fiestas, la modelo californiana de 26 años lactaba espontáneamente y tenía que ir al baño y beberla para disimular.
"La probé y era muy dulce", afirmó Kendra, quien se toma sus locuras y excentricidades a broma, y hasta tiene un lema: "no tomarse las cosas muy en serio".
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