Wilfrido Vargas, uno de los músicos populares más consagrados en la República Dominicana, reveló que el nuevo ritmo criollo conocido como dembow no es música, sino algo para entretenerse y lo catalogó hasta de peligroso para la salud, el cual no tiene un rango mínimo de dignidad.
Precisó que es muy peligroso que los medios de comunicación le estén dando tanto espacio a ese tipo de iniciativa, porque le están abriendo las puertas a algo de tipo no profesional y dañino para la música en sí.
“El dembow no es música, sino algo para entretenerse y es peligroso que se le abra espacio a ese tipo de iniciativa que es hasta cierto punto dañina”, dijo.
Al ser entrevistado en El Poder de las 12, en Supercanal 33, por Domingo Bautista, Carolin Aquino, Frankie Arias y Toby Toby, el músico expresó que estos exponentes son representantes de sus barrios y lo que hacen es dañino.
“Para que la música sea establecida como algo curativo en términos emocionales, necesita cierto rango de dignidad, aunque sea mínimo, pero hay cosas que no llegan ni siquiera a lo mínimo”.
Es la forma
El intérprete de “El barbarazo” y otros éxitos precisó que “ las distintas expresiones que se están haciendo, como el merengue de calle, dembow y otros, no están mal, sino la manera como lo están haciendo, porque un producto terminado, si es profesional, no importa cual sea su formato, será bien aceptado donde quiera, pero si es hecho sin criterio, en una habitación de una casa, no será competitivo”.
Dijo que la pobreza está en las personas que hacen producto doméstico y artesanal. “Ese es el culpable de lo que está pasando. Si hago un merengue de mambo y está bien expuesto, entonces la gente va a responder”.
El merengue de hoy
Sobre el merengue actual, el director de orquesta dijo que este necesita ser remozado para que pueda llegar a las masas como en años anteriores.
“El problema lo tienen los exponentes del merengue de hoy, que con sus propuestas no llegan a las grandes masas, porque es tas no están envueltas en lo que la gente quiere, a nivel de sonido y de juventud.
Si el merengue está de capa caída, estamos hablando de las producciones de estos merengueros, porque si vemos a los que están ganando los distintos premios a nombre del merengue, no son los nuestros.
Son, dígase, un Chino y Nacho, Tito El Bambino y otros que han agarrado el género para hacer propuestas juveniles”, indicó. (Fausto Polanco/El Día)
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