La incapacidad de Michael Jackson para aprender nuevos pasos de baile y recordar las letras de sus canciones eran síntomas de que el cantante estaba totalmente privado del sueño al momento de su muerte, según un experto en sueño que declaró ante el jurado ayer.
Charles Czeisler dijo que los reportes sobre la frustrada serie de conciertos de Jackson de que el artista estaba perdiendo peso y mostrando signos de paranoia, además de que se deterioraba su salud, son propios de alguien que no lograba conciliar el sueño.
Los trastornos del sueño de Jackson se debían posiblemente al consumo del anestésico propofol, que según Czeisler le inducía un estado de coma pero no satisfacía las necesidades de sueño de su organismo. Ensayos con animales muestran que niveles similares de privación del sueño suelen causar la muerte, y lo mismo podría ocurrir en seres humanos, dijo.
Czeisler basó su testimonio principalmente en correos electrónicos de coreógrafos y otros colaboradores de Jackson en su gira "This Is It". El testimonio detalló las ausencias de Jackson en los ensayos y los reportes de que no se podía aprender los pasos de baile rápidamente, así como el hecho de que pidió un teleprompter para poder leer las letras de sus canciones.
"Los detalles minuciosos de su deterioro eran profundos y tristes por igual", dijo Czeisler. El profesor de Harvard e investigador del sueño declaró como experto en la demanda presentada por la madre del cantante contra la promotora de conciertos AEG Live LLC.
Czeisler, quien recibe un pago de 950 dólares por hora por su trabajo en el caso, dijo que llegó a esa conclusión tras revisar los testimonios y otra evidencia presentada al jurado durante el juicio que ha cumplido ocho semanas.
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