lunes, 23 de marzo de 2020

4 lecciones que la pandemia de coronavirus le da a la humanidad. Tenemos muchas cosas qué aprender sobre este fenómeno

Picoteando el Espectáculo
Aislamiento, distancia social, lugares de reunión cerrados, higiene exagerada, estrés ante un posible contagio y, particularmente, un tema único en los medios de comunicación en todas las plataformas, son algunas de las experiencias que observamos quienes vivimos la pandemia de COVID-19.

Pero este diminuto organismo que ha puesto al mundo de cabeza en tan sólo unos meses, también ha sido capaz de brindarnos mucha materia para la reflexión. Son varias las lecciones que la pandemia de coronavirus le da a la humanidad, según un ensayo de la psicóloga italiana Francesca Morelli, y que se ha vuelto viral en la red.

Morelli escribió un artículo para el sitio italiano Vita, en el que sugiere que esta nueva enfermedad que aqueja al mundo entero, es una manera de equilibrar al cosmos. La también investigadora de la Università Cattolica del Sacro Cuore señala que de esta pandemia podemos tomar varias enseñanzas.

1- Ante las políticas discriminatorias que se han desatado en el mundo, este virus “nos hace experimentar que, en un momento, podemos convertirnos en los discriminados, los segregados, aquellos atrapados en la frontera, los que portan enfermedades”, independientemente de nuestro color de piel, nuestro origen o nuestra situación económica.


2- El coronavirus nos obliga a detener nuestra ajetreada vida en la que “todos corremos 14 horas al día, sin saber exactamente para qué”, y reflexionar sobre si todavía sabemos qué hacer con nuestro tiempo que no sea trabajar o tratar de ganar dinero.

3- La nueva enfermedad nos obliga a “reconstruir la familia”, pues con el cierre de las escuelas es indispensable que los padres retomen el contacto con sus hijos cuando, en general, suelen dejar la crianza en las manos de otras personas.

4- En esta época en que las relaciones virtuales tienen un papel preponderante en la sociedad, el coronavirus nos impide la verdadera cercanía: “que nadie se toque, sin besos, sin abrazos, a distancia, en el frío del no contacto. ¿Cuánto hemos dado por sentado estos gestos y su significado?”

La psicóloga termina su ensayo con una reflexión en torno a la importancia de la solidaridad mundial para salir de esta crisis:

 “La única forma de salir es la reciprocidad, el sentido de pertenencia, la comunidad, el sentimiento de ser parte de algo más grande que nos cuida y que también nosotros debemos cuidar. La responsabilidad compartida, la sensación de que el destino depende no sólo del propio sino también del destino de todos los que nos rodean (…). Porque con el cosmos y sus leyes, obviamente, estamos muy endeudados. El virus nos lo está explicando a un alto precio“.

No hay comentarios.: