Si bien ya es casi un hecho que los buscadores serán hablados en lugar de escritos, investigadores trabajan en la creación de un monitor que detecta las señales cerebrales
En el último número de la revista Nature, un grupo de destacados investigadores reflexiona sobre los retos a los que la ciencia se enfrenta durante la próxima década.
Algunas de sus previsiones giran en torno a las nuevas posibilidades que los buscadores de internet podrían ofrecer. Según los expertos, la mayoría serán hablados, no escritos, y una minoría experimental lo hará a través del pensamiento, con la ayuda de un monitor que detecta las señales cerebrales. Todo un reto que "deberá ir acompañado de medidas que garanticen la calidad de la información", publicó el diario El Mundo.
Al parecer, palabras como microbioma humano, metabolómica o biología sintética resultarán más familiares y estaremos más cerca de lograr el desarrollo de la medicina personalizada. Según David Relman, especialista de Enfermedades Infecciosas en Palo Alto (California), el cuerpo humano está plagado de microorganismos (microbios) que forman el microbioma humano, del que poco se sabe aún. La investigación en este campo es fundamental, ya que la interacción entre estos microbios y el organismo podría ser clave en el desarrollo de ciertas enfermedades.
Una nueva y prometedora especialidad científica es la metabolómica. De la misma forma que los médicos se sirven del análisis de ciertos metabolitos de la sangre o de la orina (moléculas de bajo peso) para detectar algunas patologías, los científicos saben que el estudio del conjunto de estas moléculas presentes en un sistema facilitaría información relevante sobre la salud de cualquier individuo. Y hasta ayudaría a diagnosticar y tratar daños cardiovasculares y neurológicos.
Por su parte, la biología sintética "ya está teniendo impacto más allá de la ciencia y en 2020 su influencia se habrá incrementado significativamente", afirmó George Church, profesor de Genética de la Facultad de Medicina de Harvard (Estados Unidos). Combina ciencia e ingeniería con el objetivo de producir células en el laboratorio y de diseñar, por ejemplo, bacterias para curar enfermedades.
Los científicos coinciden en que conocer con más profundidad el cuerpo humano y el perfil genético (a través de biochips) es fundamental para identificar qué predisposición tiene cada persona a desarrollar enfermedades.
Así es que con esta información, podrían cambiarse algunos hábitos de vida e, incluso, posibilitaría formular un tratamiento basado en las condiciones individuales de cada paciente.
via:infobae
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