En New York tiene un publico que lo sigue, Las Historias de Albert se han convertido en artículos coleccionables.
Quienes asisten a sus conferencias repiten una y otra vez verlo debido a que sus palabras son un bálsamo que alegra el espíritu.
En estos momentos donde la delincuencia, la violencia intrafamiliar, han alcanzado un auge asombroso las autoridades debieran contratarlo para que dicte varias charlas en todo el país, las palabras son las mejore armas.
Así se le daría conciencia pero sobre todo tranquilidad a muchas personas que lo necesitan.
Fuente Carlos de San Juan
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