Los peldaños ascendidos por las dominicanas en importantes escenarios de toma de decisión, no sólo en el ámbito estatal sino también en el sector privado, han generado una mayor visibilidad de la promoción de la igualdad de género en el país en los últimos años.
Las mujeres se erigen como entes de acción, agentes de cambio, de justicia y de paz. Además, actúan comprometidas para potenciar el desarrollo económico y social del país. Una muestra de esa influencia la vemos en este ranking que presenta Forbes, que en lista a las mujeres que con sus acciones marcan diferencia en la política, en organizaciones de bien social, en el sector empresarial, en el deporte y la comunicación, entre otros renglones. Sin embargo, todavía queda un largo trecho por recorrer para celebrar que mujeres y hombres acceden plenamente con las mismas oportunidades y condiciones a todos los espacios de decisión, no sólo en República Dominicana, también en América Latina.
Un vistazo al ámbito político, por ejemplo, nos revela que si bien es cierto que ha aumentado la proporción de escaños ocupados por mujeres en el parlmento nacional, cuando vemos las cifras reales que crean esos porcentajes, se nota que es muy amplio en margen de diferencia frente a la participación masculina en curules. De acuerdo con registros de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), para 2005 el 6.3% de las curules del Senado de la República estaba ocupado por mujeres, cifra que 10 años después aumentó a 12.5%. Pero eso apenas representa que de 32 puestos, sólo hay cuatro senadoras. Mientras que en la Cámara de Diputados, según la ONE en su informe República Dominicana en Cifras 2015, en 2005 la proporción era de 15% de mujeres y en 2015 aumentó a 20%; lo que representa que de 138 curules, apenas 38 están ocupadas por mujeres.
Otro indicador del trecho que aún falta por avanzar es que a pesar de que 65% de la jefatura de hogares está en manos de mujeres, 51% de las mujeres ocupadas trabaja en actividades informales, lo que significa mayor nivel de vulnerabilidad, inseguridad laboral y desprotección social, concluye un estudio publicado por el Centro de Estudios de Género del Instituto Tecnológico de Santo Domingo.
Por otro lado, aunque las mujeres se han ocupado de prepararse profesionalmente, siendo la mayoría en las matrículas de las universidades, ganan salarios 20% menos que los hombres; ocupan sólo 30% de los puestos gerenciales y registran desempleo de 23.1% (más del doble que los hombres, que es de 9.7%), de acuerdo con el Ministerio de la Mujer.
Trayectorias de liderazgo político como la de la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño Lizardo, y la presidenta del Senado, Cristina Lizardo, son una muestra clara del reconocimiento popular a las labores que realizan. Mientras que empresarias como Mercedes Ramos y Ligia Bonetti nos demuestran que estamos preparadas para asumir posiciones de mando. Y ejemplos como el de Amelia Vicini y doña Melba Segura dejan claro el poder de transformar la sociedad e impactar en la población más humilde. Hay esperanza.
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