Ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida. Despertar con la sonrisa de mi hija, no tiene precio.
Anna llegó a mi vida a mostrarme una mejor manera de vivirla. ¡Era el pedacito que me hacía falta para ser completamente feliz! Lo había deseado tanto que no hay nada que signifique sacrificio cuando se trata de ella.
Cuando la hago dormir, ella siempre me agarra la mano derecha. Es su mejor manera de hacerme entender que somos compañeras de vida y que así de juntas caminaremos.
Uno de los momentos que más disfrutamos juntas es jugar a esconderme de ella. Cada que aparezco me regala una carcajada.
Cada vez disfruta más el momento que cada día le dedicamos a la lectura. ¡Aunque a veces se quiere comer los libros!
No sé si sea yo quien debe dar consejos. Pero como mamá primeriza, he aprendido que aunque existen patrones de desarrollo en los niños, hay ciertas cosas en las que hay que dejarlos ser.
Por ejemplo, yo quería empezar establecerle las horas de sueño, desde que tenía 12, semanas y fue imposible. Ella reguló su sueño el mismo día en que cumplía los 5 meses. Desde ese momento, duerme la noche entera. ¡Todos los bebés son distintos!
No sé si sea yo quien debe dar consejos. Pero como mamá primeriza, he aprendido que aunque existen patrones de desarrollo en los niños, hay ciertas cosas en las que hay que dejarlos ser.
Por ejemplo, yo quería empezar establecerle las horas de sueño, desde que tenía 12, semanas y fue imposible. Ella reguló su sueño el mismo día en que cumplía los 5 meses. Desde ese momento, duerme la noche entera. ¡Todos los bebés son distintos!
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