Tal parece que Michael Jackson no descansará en paz, y a juzgar por toda la información que ha salido a relucir a la luz pública en estas recientes semanas, no nos extrañaría que se esté “revolcando en la tumba”, como dice el popular dicho.
A casi cuatro años de su súbita muerte, han aflorado nuevos datos y hallazgos nunca antes conocidos sobre sus últimos días de vida y sobre las condiciones en que supuestamente se encontraba el astro del pop antes de fallecer.
Dichos datos han sido divulgados a lo largo de un juicio civil que la madre del artista, Katherine Jackson, –en nombre de los tres hijos del cantante: Prince, Paris y “Blanket”– lleva contra AEG Live.
Los Jackson alegan que esta casa productora fue negligente al contratar al cardiólogo Conrad Murray para que cuidara al cantante mientras él ensayaba para una serie de 50 conciertos de la gira This Is It que daría lugar en Londres a partir de julio de 2009. La familia del “Rey del Pop” acusa a AEG Live de haber puesto sus ambiciones por encima del bienestar de la ahora fallecida estrella.
La matriarca Jackson –a nombre de los retoños del artista– pide una indemnización de $40 millones. AEG Live ha argumentado que la cifra es absurda porque la carrera de Jackson estaba en picada al momento su muerte. La cantidad final será determinada por el jurado en caso de que se considere que AEG Live actuó con negligencia.
Conrad Murray no está demandado, pero está en la lista de testigos, aunque ha dejado claro desde la cárcel que se negará a responder preguntas por miedo a poner en peligro su proceso de apelación.
Actualmente, el médico cumple una condena de cuatro años tras ser hallado culpable de homicidio involuntario por la muerte de Jackson, quien al momento de fallecer tenía 50 años. El astro murió el 25 de junio de 2009 en Los Ángeles debido a una dosis letal del anestésico quirúrgico Propofol y un coctel de otros sedantes.
Testimonios desgarradores
Durante este nuevo juicio, que comenzó el lunes, 29 de abril en un pequeño tribunal en Los Ángeles, han desfilado varios testigos que alegan que AEG Live prosiguió con los planes de la gira en Londres a sabiendas de que Jackson no estaba capacitado para hacerlo.
Uno de los testigos, el coreógrafo Travis Payne, afirmó en corte que Jackson “parecía aturdido bajo la influencia de algo y se cuestionaba por qué no podía ser preciso mientras preparaban los bailes del show”. Payne aseguró que el artista nunca fue capaz de ensayar el espectáculo completo de inicio a fin.
Por otra parte, la maquilladora por 30 años del artista, Karen Faye, narró cuando escuchó al director de vestuario del cantante, Michael Bush, decir cómo este podía ver los latidos del corazón de Jackson a través de la piel de su pecho de lo raquítico que estaba.
“Bush dijo: ‘Dios mío, puedo ver el corazón de Michael latiendo dentro de la piel de su pecho’”, recordó llorosa Faye, quien maquilló al artista ya colocado dentro del féretro. La artista también narró en corte que cuando el manejador de Jackson, Fran DiLeo, escuchó que el cantante estaba hecho “un desastre” en los ensayos, mandó con desprecio que le llevaran “un balde de pollo”.
Detalles escalofriantes de la autopsia
Por otra parte, el reporte de la autopsia hecha al artista, la cual ha sido ampliamente discutida en este nuevo caso, también ha expuesto detalles escalofriantes sobre las condiciones en que se encontraba el cuerpo del artista.
El contenido de la autopsia reveló que Jackson recurrió al uso de varios tatuajes en su rostro para intentar conseguir la imagen que él deseaba. El artista tenía tatuada la parte frontal de su cuero cabelludo de color negro para disimular, junto con una peluca, una calvicie avanzada. También tenía tatuados de negro sus cejas y el borde de sus párpados. De igual manera, reveló que se había tatuado los labios de color rosa.
El reporte también dio a conocer que la voz de Thriller se colocaba un vendaje adhesivo en la nariz para disimular lo mutilada que estaba la misma a causa de tantas cirugías estéticas que se hizo en esa parte del rostro. El vendaje lo cubría con maquillaje reconstructivo. La zona posterior de sus orejas también mostraba múltiples cicatrices. Su dentadura era mayormente reconstruida mediante implantes fijos. Además, confirmó la decoloración en muchas partes de su cuerpo por su condición de vitiligo.
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