El veto que le pusieron a Frederick Martínez, El Pachá, en la premiación "El Soberano" ha sido tan grande y radical, que le mandaron a decir con Mon Lluberes que ni se acercara a la alfombra roja ni al Teatro Nacional la noche del premio porque le iban a impedir la entrada.
El oficial encargado de la seguridad del Teatro Nacional tenía instrucciones de no dejar entrar al Pachá.
Algo insólito, que se adopten actitudes radicales y tan personales en contra de una figura pública, un comunicador de gran relieve, por el hecho de que el pasado año protestó y se opuso a que se incluyeran cronistas y comentaristas deportivos en la premiación Casandra en el área del Comunicador Mas Destacado en el Extranjero.
El Pachá entiende que la gente de los deportes tiene su premio.
A cualquier artista le asiste el derecho a protestar cuando considera que en un evento como el que organiza Acroarte no ha sido justo con él.
Siempre hemos creído que las protestas son las que les dan sabor al premio. Y ningún artista por ello debe sufrir retaliaciones, o ser castigado, escindido, ignorado de una premiación
Marcel hizo una marcha caravana protestando el año pasado, y en vez de asumirlo como una expresión de valoración por el premio lo que hicieron fue vetarla.
Si un comunicador o artista se destaca y sobresale por su trabajo, eso es lo que se debe valorar, considerar y premiar independientemente de que haya tenido una actitud de protesta o beligerancia contra el organizador del evento.
Además, hace tiempo que el premio dejó de ser exclusivo de los cronistas de arte. El premio ya es también del pueblo, no de una persona en particular.
fuente Joseph Caceres
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