miércoles, 1 de noviembre de 2017

Conocen algunos colegas con ese perfil!. Analizan los “paracaídas” o gente que no ha sido invitada previamente a una actividad y caen como arte de magia.

Por Marilyn Ventura
Picoteando el Espectáculo

A raíz de un interesante debate entre colegas y amigos de la prensa dado en uno de los tantos “chat” de comunicadores a los que pertenezco me atrevo a escribir esta columna.

Sin dudas la llegada de “paracaídas” o gente que no ha sido invitada previamente a una actividad, ha sido un fenómeno que se ha venido dando desde hace un buen tiempo.

No es nada nuevo, lo que pasa que muchos no se atreven a denunciarlo o simplemente se hacen de la vista gorda, algunas veces por solidaridad con el compañero otras por pura conveniencia.

Lo cierto es que esta situación no es responsabilidad exclusiva de quienes organizan o convocan, debido a que estas personas desaprensivamente llegan a las actividades con cámara en mano y pasan por la puerta como “perro por su casa”.

Una vez dentro se instalan en una equina a observar quienes son los ejecutivos principales para luego acercárseles con el pretexto de grabarlos para un programa fantasma y es para pedirles dinero.


Estas peticiones de efectivo van desde gasolina para sus vehículos, pasajes o comida, o el simple secreteo al oído: “no aparece algo ahí para uno”, o “que tú me tienes para pasarte estas imágenes por mi programa”.

El contexto es más complejo de lo que se ve y va más allá de un simple “pataleo” a través de un chat, debe ir directo al fondo y la realidad. Estas personas por lo regular pertenecen a un extracto social muy humilde y según muchos de ellos “se andan buscando su comida a toda costa”.

La llegada inesperada y paracaidista de estas personas no se queda ahí, sino que además te exigen comida, bebida y son los primeros en acercarse a la mesa de los regalos o suvenires que algunas empresas disponen para prensa e invitados especiales.

En otra ocasión trataremos el tema de los acompañantes de estos susodichos y las exigencias en conciertos y premier de películas.

Creo que todo se trata de un asunto de conciencia por parte de ellos, más que de amenazas y poner seguridad en la puerta para retener y causarles un percance a los colegas de la prensa que si están invitados.

No hay comentarios.: