Picoteando el Espectáculo
Ha dejado más de 202,319 personas contagiadas, 52,528 hospitalizaciones y 16,992 muertes.
Ha dejado más de 202,319 personas contagiadas, 52,528 hospitalizaciones y 16,992 muertes.
Y en esta nueva etapa de regularización de la Gran Manzana, los llamados “tracers” o rastreadores de casos, quienes fueron contratados para seguir, evaluar y poner en cuarentena rápidamente a cualquier persona con la que hayan entrado en contacto aquellos que den positivo en las pruebas, serán los nuevos guardianes para luchar contra el coronavirus. Un total de 1,700 rastreadores ya fueron contratados y entrenados por NYC Health + Hospitals; 2,500 es la meta para el fin de esta semana y otros 1,200 se incorporarán en las semanas siguientes y desde el lunes pasado empezaron a seguir a más de 600 casos.
Pero más allá de su compromiso y su deseo de servir en primera línea en la lucha contra el COVID-19, para los rastreadores de casos esta nueva labor ha sido además una oportunidad para librarse del desempleo, que noqueó a más del 20% de los neoyorquinos, y acabó con miles de negocios en los cinco condados.
“Cuando salió la convocatoria para ser un ‘tracer’ en la Ciudad, sentí que era el llamado que me estaba haciendo el destino para poder salir de la depresión en que andaba al haber perdido mi trabajao anterior (en un consultorio médico particular) y ver tanto dolor en mi comunidad, y de paso poder tener un trabajo”, aseguró una enfermera dominicana, quien se identificó solamente como Nancy, quien aplicó para el trabajo.
La madre de familia de 35 años, quien reside en Corona, asegura haber pasado ya la mayoría de filtros que requiere el proceso de contratación, manejado por la corporación NYC Health + Hospitals, y está a la espera de la respuesta final. “Creo que ahora los ‘tracers’ van a ser como los nuevos héroes en el proceso de recuperación de la ciudad y me gusta la idea de sentir que estaré ganando dinero, tendré la mente ocupada, estaré ayudando a la gente y haré que mis hijos se sientan más orgullosos de mami”.
“Ejército de rastreadores”
Los trabajos disponibles para sumarse al “ejército de rastreadores”, como lo llama el gobernador Andrew Cuomo, se dividen en: rastreadores de contactos, supervisores y especialistas de apoyo comunitario, con salarios que van entre los $57,000 y $65,000. Y quienes deseen ser parte del programa, que espera elevar el número de empleados en las próximas semanas, deben contar con un diploma de escuela secundaria o un título de equivalencia, tener título universitaro, una licenciatura de enfermería (LPN o RN) preferiblemente, y acreditar experiencia en servicios sociales. Asimismo, como requisito fundamental se requieren buenas habilidades interpersonales, ser buenos comunicadores y ágiles para ayudar a personas a lidiar con situaciones estresantes.
“Para crear confianza y comprensión en las comunidades más afectadas, NYC Health + Hospitals está comprometido con un enfoque personal, informado sobre el trauma“, dijo Ted Long, jefe del programa de rastreadores. “Los rastreadores involucrarán a las personas en las comunidades más afectadas y dentro de sus propias comunidades como personas de confianza para hablar con las personas que han sido diagnosticadas con COVID-19 en su comunidad o para contactar a las personas que están en riesgo y que necesitemos contactar, hacerles pruebas, rastrear y separarlos con seguridad”.
Karla Griffith, vocera de NYC Health + Hospitals, explicó que los rastreadores básicos trabajarán de forma remota y centrarán su tiempo en realizar llamadas a los neoyorquinos con casos confirmados de COVID-19, mientras que los especialistas en participación comunitaria pasarán tiempo “en trabajo de campo”, para hablar con aquellos contactos que podrían haber estado expuestos al virus, después de que fracasen los intentos iniciales de conectarse con los contactos retirados.
La funcionaria agregó que para garantizar que el programa “Test and Trace Corps” pueda satisfacer las diversas necesidades de los neoyorquinos de todos los orígenes, los rastreadores hablan 40 idiomas distintos, incluido el español. Además, dijo que más del 30% de los Monitores del denominado “Trace Contact Center” que trabajan actualmente, hablan ese idioma.
Sobre la formación que reciben los rastreadores, Griffith destacó que tienen una capacitación integral de cuatro días, que “incluye la incorporación y orientación a la misión y los valores de NYC Health + Hospitals, capacitación remota e híbrida sobre sus funciones y roles, competencia cultural, atención y respuesta informadas sobre trauma, EPP y desempeño adecuados responsabilidades del día a día”.
El alcalde Bill de Blasio se mostró optimista sobre la labor vital que cumplirán los rastreadores para ponerle un “pare” al COVID-19 y aclaró que la labor de los rastreadores no es invadir la privacidad de la gente sino ayudarlos a conocer su estatus sobre el virus y de paso, si es necesario, ponerlos en algún hotel mientras dura su cuarentena, si viven en lugares donde sea difícil mantener la distancia de otros miembros del hogar.
“La clave para el rastreo de contactos es recopilar información, tan pronto como sea posible, de las personas que pueden estar infectadas”, dijo el mandatario. “Las pruebas generalizadas son la clave para reabrir nuestra ciudad de manera segura y después de meses de esta batalla, finalmente podemos decir que cada neoyorquino que necesite un examen lo tendrá. Ahora con Test & Trace en funcionamiento, podremos cuidar a aquellos que den positivo y darles el apoyo que necesitan para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos (…) la salud y la seguridad es lo primero. Todo lo que estamos haciendo es asegurarnos de que lo hagamos de manera segura, que esta enfermedad no se propague, que la derrotemos“.
El senador José M. Serrano destacó la importancia de que el programa de rastreadores sirva además como una opción para dar empleo a miembros de las comunidades que han sido directamente impactadas por el COVID-19. El Político defendió la iniciativa estatal que requiere que la Ciudad priorice el reclutamiento de rastreadores salidos de los propios vecindarios donde están concentrados los nuevos contagios, y dijo que es un medio para distribuir mejor las oportunidades de empleo, de manera equitativa, y garantizar que hay entendimiento del idioma y la cultura.
“Como muchos de nuestros diversos vecindarios han sido impactados desproporcionadamente por el COVID-19, es de vital importancia que las personas que interactúan con nuestros residentes estén familiarizadas con la comunidad y prioricen la lengua y la cultura para fomentar la familiaridad y la confianza en el futuro”, dijo el senador estatal. “Esta competencia cultural ha demostrado resultados beneficiosos y puede conducir a mejores resultados de salud”.
La asambleísta Latoya Joyner, también pidió considerar el aspecto cultural a la hora de asignar los trabajos disponibles en el programa de rastreadores.
“En la búsqueda de contactos se trata de ser innovadores y conectarse con los residentes a nivel personal, mientras luchamos contra esta pandemia de salud pública. La diversidad de Nueva York ha sido durante mucho tiempo nuestra mayor fortaleza para superar los desafíos y debemos logramos realmente abrazar nuestra diversidad”, dijo la legisladora.
La Ciudad de Nueva York dependerá de los rastreadores de contacto para obtener información sobre las personas que pueden haber estado expuestas al COVID-19 por el contacto con quienes den positivo al virus.
Pero más allá de su compromiso y su deseo de servir en primera línea en la lucha contra el COVID-19, para los rastreadores de casos esta nueva labor ha sido además una oportunidad para librarse del desempleo, que noqueó a más del 20% de los neoyorquinos, y acabó con miles de negocios en los cinco condados.
“Cuando salió la convocatoria para ser un ‘tracer’ en la Ciudad, sentí que era el llamado que me estaba haciendo el destino para poder salir de la depresión en que andaba al haber perdido mi trabajao anterior (en un consultorio médico particular) y ver tanto dolor en mi comunidad, y de paso poder tener un trabajo”, aseguró una enfermera dominicana, quien se identificó solamente como Nancy, quien aplicó para el trabajo.
La madre de familia de 35 años, quien reside en Corona, asegura haber pasado ya la mayoría de filtros que requiere el proceso de contratación, manejado por la corporación NYC Health + Hospitals, y está a la espera de la respuesta final. “Creo que ahora los ‘tracers’ van a ser como los nuevos héroes en el proceso de recuperación de la ciudad y me gusta la idea de sentir que estaré ganando dinero, tendré la mente ocupada, estaré ayudando a la gente y haré que mis hijos se sientan más orgullosos de mami”.
“Ejército de rastreadores”
Los trabajos disponibles para sumarse al “ejército de rastreadores”, como lo llama el gobernador Andrew Cuomo, se dividen en: rastreadores de contactos, supervisores y especialistas de apoyo comunitario, con salarios que van entre los $57,000 y $65,000. Y quienes deseen ser parte del programa, que espera elevar el número de empleados en las próximas semanas, deben contar con un diploma de escuela secundaria o un título de equivalencia, tener título universitaro, una licenciatura de enfermería (LPN o RN) preferiblemente, y acreditar experiencia en servicios sociales. Asimismo, como requisito fundamental se requieren buenas habilidades interpersonales, ser buenos comunicadores y ágiles para ayudar a personas a lidiar con situaciones estresantes.
“Para crear confianza y comprensión en las comunidades más afectadas, NYC Health + Hospitals está comprometido con un enfoque personal, informado sobre el trauma“, dijo Ted Long, jefe del programa de rastreadores. “Los rastreadores involucrarán a las personas en las comunidades más afectadas y dentro de sus propias comunidades como personas de confianza para hablar con las personas que han sido diagnosticadas con COVID-19 en su comunidad o para contactar a las personas que están en riesgo y que necesitemos contactar, hacerles pruebas, rastrear y separarlos con seguridad”.
Karla Griffith, vocera de NYC Health + Hospitals, explicó que los rastreadores básicos trabajarán de forma remota y centrarán su tiempo en realizar llamadas a los neoyorquinos con casos confirmados de COVID-19, mientras que los especialistas en participación comunitaria pasarán tiempo “en trabajo de campo”, para hablar con aquellos contactos que podrían haber estado expuestos al virus, después de que fracasen los intentos iniciales de conectarse con los contactos retirados.
La funcionaria agregó que para garantizar que el programa “Test and Trace Corps” pueda satisfacer las diversas necesidades de los neoyorquinos de todos los orígenes, los rastreadores hablan 40 idiomas distintos, incluido el español. Además, dijo que más del 30% de los Monitores del denominado “Trace Contact Center” que trabajan actualmente, hablan ese idioma.
Sobre la formación que reciben los rastreadores, Griffith destacó que tienen una capacitación integral de cuatro días, que “incluye la incorporación y orientación a la misión y los valores de NYC Health + Hospitals, capacitación remota e híbrida sobre sus funciones y roles, competencia cultural, atención y respuesta informadas sobre trauma, EPP y desempeño adecuados responsabilidades del día a día”.
El alcalde Bill de Blasio se mostró optimista sobre la labor vital que cumplirán los rastreadores para ponerle un “pare” al COVID-19 y aclaró que la labor de los rastreadores no es invadir la privacidad de la gente sino ayudarlos a conocer su estatus sobre el virus y de paso, si es necesario, ponerlos en algún hotel mientras dura su cuarentena, si viven en lugares donde sea difícil mantener la distancia de otros miembros del hogar.
“La clave para el rastreo de contactos es recopilar información, tan pronto como sea posible, de las personas que pueden estar infectadas”, dijo el mandatario. “Las pruebas generalizadas son la clave para reabrir nuestra ciudad de manera segura y después de meses de esta batalla, finalmente podemos decir que cada neoyorquino que necesite un examen lo tendrá. Ahora con Test & Trace en funcionamiento, podremos cuidar a aquellos que den positivo y darles el apoyo que necesitan para protegerse a sí mismos y a sus seres queridos (…) la salud y la seguridad es lo primero. Todo lo que estamos haciendo es asegurarnos de que lo hagamos de manera segura, que esta enfermedad no se propague, que la derrotemos“.
El senador José M. Serrano destacó la importancia de que el programa de rastreadores sirva además como una opción para dar empleo a miembros de las comunidades que han sido directamente impactadas por el COVID-19. El Político defendió la iniciativa estatal que requiere que la Ciudad priorice el reclutamiento de rastreadores salidos de los propios vecindarios donde están concentrados los nuevos contagios, y dijo que es un medio para distribuir mejor las oportunidades de empleo, de manera equitativa, y garantizar que hay entendimiento del idioma y la cultura.
“Como muchos de nuestros diversos vecindarios han sido impactados desproporcionadamente por el COVID-19, es de vital importancia que las personas que interactúan con nuestros residentes estén familiarizadas con la comunidad y prioricen la lengua y la cultura para fomentar la familiaridad y la confianza en el futuro”, dijo el senador estatal. “Esta competencia cultural ha demostrado resultados beneficiosos y puede conducir a mejores resultados de salud”.
La asambleísta Latoya Joyner, también pidió considerar el aspecto cultural a la hora de asignar los trabajos disponibles en el programa de rastreadores.
“En la búsqueda de contactos se trata de ser innovadores y conectarse con los residentes a nivel personal, mientras luchamos contra esta pandemia de salud pública. La diversidad de Nueva York ha sido durante mucho tiempo nuestra mayor fortaleza para superar los desafíos y debemos logramos realmente abrazar nuestra diversidad”, dijo la legisladora.
La Ciudad de Nueva York dependerá de los rastreadores de contacto para obtener información sobre las personas que pueden haber estado expuestas al COVID-19 por el contacto con quienes den positivo al virus.
Fuente el diario ny
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