Picoteando el Espectáculo
“Tuve el accidente y salí a alquilar un carro porque tenía cosas que hacer. Fue por terco”, expresó.
El primer accidente ocurrió aparentemente bajo los efectos del alcohol, cuando conducía contra el tránsito y se estrelló contra un poste en Juncos. El segundo, contra una valla de hormigón en el Expreso de Diego (PR-22), cerca de la salida a Río Hondo.
El llamado Rey de corazones estuvo recluido en el Hospital de Trauma del Centro Médico, hasta el pasado 2 de enero. De la segunda colisión resultó con cuatro costillas del lado izquierdo fracturadas y dos del derecho.
“El segundo choque fue brutal, contra una valla en Buchanan y caí debajo del ‘dash’ porque choqué de frente. Se me rompió la patela de la rodilla derecha y creó hemorragia. A los dos días volvieron a abrir la rodilla porque se estaba creando infección en el menisco. Me duele el pecho. Estoy caminando sin afirmar el pie derecho para que la rodilla regenere”, relató.
“No puedo tomar alcohol, cuando bebo no lo hago por maldad, pienso que voy a tener el control y se me va de las manos. Me siento horrible, no lo hago por charlatanería. Esta última experiencia me ha hecho entender porque me volvería loco si atento con la vida de otra persona, no me lo perdonaría. Doy gracias al Señor que he tenido accidentes y me he lastimado solo yo”, confesó apenado a EL VOCERO.
Sobre su problema de alcoholismo, aseguró seguirá trabajando con su persona y profesionales de la salud. Añadió que se alejará de la bebida “con fuerza de voluntad. Puede haber miles de siquiatras, sacerdotes, pastores y si no tengo una decisión honesta y firme no va a pasar nada. No me quedan otras opciones, la única es no tomar ni una gota de alcohol”.
Desde su salida del hospital está en el hogar de su madre (Lucy Santiago), ubicado entre Orocovis y Villalba, junto a sus hermanas y sobrinos.
Avergonzado y acunado por su familia
“La mejor decisión fue haber venido adonde mi mamá y familia porque han sido aliciente. Me siento en paz. Pero no dejo de sentir cargos de conciencia y vergüenza, y además mi mamá no me trata con paños tibios. Todos los días me hace saber que lo hice mal”, admitió.
“Me siento en arena movediza y eso me lleva a sentirme triste e inseguro, y me crea mucha preocupación. Creo que es lo que me lleva a cometer errores, a recaídas e irresponsabilidad. Sea estabilidad económica, un techo, en el amor puede ser, pero tengo que comenzar a amarme a mí para tener una relación seria y eso también me tambalea”, reveló a este diario quien recientemente reveló públicamente su homosexualidad.
Cruz Manuel Hernández, su nombre de pila, no es de establecerse resoluciones para el nuevo año.
“Resoluciones como tal no, pienso en decisiones firmes, como no probar alcohol, desconectarme un poco de las redes sociales y estudiar mi condición. El alcohol es mi enemigo, mi talón de Aquiles, no soy usuario de nada más”, recalcó.
Entre tanto, agradeció el respaldo de sus seguidores, a pesar de sus repetidos traspiés.
“Gracias a los que siguen ahí, que creen que las personas podemos cambiar. Esas personas con pensamiento positivo han sido de apoyo, gracias por no quitarse. Voy a seguir dando la pelea hasta que este problema se resuelva porque vine a vivir plenamente”, enfatizó el artista.
Mientras tanto, estrenó el video de su nuevo sencillo, titulado Un día a la vez.
“Es una alabanza mexicana de los años 70. La hay en muchas versiones, pero no acústica y la hicimos. Es como una oda a la vida, porque uno siempre se preocupa por el futuro, que es incierto y siente tristeza por lo que sucedió en el pasado. Hay que vivir el momento, por eso me identifiqué tanto con esta canción y dejé mi alma en el estudio al grabarla”, expresó quien contempla hacer un álbum de temas edificantes en versiones acústicas.
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