sábado, 12 de diciembre de 2020

Se siente libre y volando alto.......Manny Manuel libera la carga de silenciar su homosexualidad.


Por Damaris Hernández Mercado-el nuevo día 

Picoteando el Espectáculo
Los procesos de sanación requieren liberación, honestidad, perdón y desprenderse de las cadenas de rencor que se arrastran a través de los años. Esta etapa es la que vive el cantante Manny Manuel a sus 48 años.

Por primera vez en su vida, decide revelar su verdad, una que todavía va acompañada de miedos, creencias conservadoras y de una lucha eterna por vencer sus adicciones al alcohol y sustancias controladas.

Manny Manuel por más de tres décadas ha estado en el ojo público, ya sea por su talento y carisma o por sus escándalos, sin embargo, no fue hasta esta semana que se atrevió a hablar con los medios sobre su orientación sexual, una que para muchas personas era evidente, incluso para el público que “me hacía bullying por mis manerismos en el escenario”.

Según afirma, lo hace para soltar y liberarse del rechazo que ha experimentado desde el seno de su hogar y para vencer la constante pelea mental que ha tenido desde sus 16 años cuando le comunicó a su madre Luz Freida Santiago su homosexualidad.

Su progenitora siempre lo aceptó y hoy gracias a ella y al proceso de terapias en combinación con el tratamiento de desintoxicación que comenzó en agosto de este año y que enfrenta por cuarta vez en su vida decide ser honesto consigo mismo. La primera vez que el artista ingresó voluntariamente a un centro de rehabilitación fue en agosto 1998.

“La diferencia esta vez es que tengo voluntad y honestidad. Este proceso ha sido recurrente. El ser honesto conmigo mismo parece decirse y hacerse fácil, pero no lo es. Cuando lo haces, empiezas a conocerte y abrazarte a través de la vulnerabilidad. Quiero dejar la pelea mental de cómo comportarme y qué debo hacer. Esto me libera de cargas físicas. De perdonar el maltrato. Tenía mucho miedo de afectar a alguien, a mi familia y a mi carrera. Entiendo que había una crianza de parte de mi familia y aunque no los culpo me afectaba mucho, porque me limitaron a silenciarme aún con lo extrovertido que he sido en mi vida”, revela el artista, quien recibió el primer rechazo de parte de su padre, quien falleció en el 2005 y con quien nunca tocó el tema de la homosexualidad.

“Estaba en una cárcel psicológica que empezó en mi barrio y en mi casa. Estamos hablando de los 80 que era percibido como deshonrar a la familia al menos así lo hicieron ver. Incluso mi papá me llegó a meter a un seminario en Aibonito para que fuera sacerdote, porque él entendía que eso podía nublar lo que me pasaba. Tampoco quería que fuera artista. Hubo mucho rechazo y el maltrato psicológico que en ocasiones era por parte de los amigos de mi papá. En la escuela me preguntaba: qué tengo yo que la gente se mofa de mi. Mi grupo de amistades era solo de niñas y ahora es que entiendo porque era el rechazo. Fue un constante atropello para dejarme saber que no estaba bien”, añade el artista que afirma que aunque su relación con su padre no fue la esperada, nunca le guardó rencor.

La primera relación sexual que Cruz Manuel Hernández, nombre del artista, tuvo con un hombre fue en la escuela superior.

Las presiones de su barrio en Orocovis y de los amigos se sumaron a las de la industria musical y la idea de mercadearlo como un símbolo sexual dentro del merengue, por su cara bonita. Ese sello de proyectarse sensual y romántico incidió en que Manny reprimiera su orientación sexual abiertamente.

“Los manejadores, algunos, me arroparon con el negocio y me destrozaron. Me quemaron ilusiones y me las estrujaron en el corazón. El mismo público era muy cruel y algunos se mofaban y lo percibía. Hacían chistes”, recuerda sobre la doble vida que llevaba en el ojo público, donde enfatiza que tenía impuesta una “mordaza” social.

¿Ahora que decides exteriorizar esta otra parte de tu vida íntima entiendes que tu adicción al alcohol responde a un escape para ocultar tu homosexualidad y todas las cosas que te han ocurrido?, preguntó El Nuevo Día.

“Todavía no puedo responder que esa es la única experiencia de mi vida que me lleva al consumo de alcohol desmedido. Lo que sí es que tenía que dejar de cargar una mochila pesada y liberarme. En estos momentos, trabajo con mi proceso de alcohol y no quiero que nada me desenfoque. He ido descubriendo situaciones que no veía antes y que me hacían recurrir a una botella o a otra cosa. Todo tiene que ver, pero deben haber muchas cosas en toda mi vida”, responde el merenguero.

El artista recibe tratamiento en el hospital San Juan Capestrano semanalmente. Contrario a las veces que ingresó a otros centros de desintoxicación para trabajar su adicción como lo hizo en el 1998 de la mano de su entonces manejador Ángelo Medina y luego Olga Tañón en el 2012, esta vez asegura que recibirá terapias de por vida para poder “trabajar primero lo personal unido con lo clínico”.

De hecho, precisa que la “Mujer de fuego” también es parte de su actual proceso de rehabilitación, ya que “ella no va enganchar los guantes porque ella sabe que yo soy más que una adicción a una sustancia”.

De igual manera, el artista se mantiene físicamente con ejercicios y ocupa sus tiempos de ocio con su mamá y el resto de familiares.

Por lo pronto, su carrera está en una pausa para no sobrecargarse, pero espera retomarla a partir de febrero del 2021.

Lo más reciente del artista es el sencillo navideño titulado “Celebro a Jesús” junto a Plenavida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cual es el misterio? todos los boricuas o son maricones o tecatos o los dos juntos. Cual es lo nuevo?