Ynmaculada Cruz Hierro-listin diario
Picoteando el Espectáculo
Como creyente de Dios Fefita La Grande está confiada en que vendrán tiempos mejores, y que pronto subirá a un escenario a tocar el acordeón, mover las caderas y recibir los aplausos.
Como creyente de Dios Fefita La Grande está confiada en que vendrán tiempos mejores, y que pronto subirá a un escenario a tocar el acordeón, mover las caderas y recibir los aplausos.
Para ella, al igual que para muchos artistas en el mundo, estos han sido meses muy difíciles, especialmente en estos días de Navidad.
Pero además están sus músicos y el personal que trabaja con ella en su agrupación, por quienes sufre profundamente, pues no ha podido darle trabajo.
También a La Vieja Fefa le hacen falta los aplausos y los escenarios.
“La pandemia nos ha trastornado la vida y mucha gente anda muy triste por ahí”, dice apesadumbrada cuando conversa con LISTÍN DIARIO.
Voz de reclamo
Pero Fefita es una mujer de “armas a tomar” y en medio de la crisis se ha convertido en una voz de reclamo, a la que muchos ponen atención.
Sus quejas, a través de sus redes y medios de comunicación, por la falta de protección y trabajo a la clase artística, se han dejado sentir en la sociedad.
Aclaración
Pero también en medio de la situación a “La Miyimba” no le han faltado las controversias ni los malos entendidos.
En una pasada publicación se hizo saber que Fefita había vendido su casa y que se encontraba en una difícil situación económica por causa de la pandemia.
La merenguera ha aclarado que nada de eso es cierto, pues sigue residiendo en su casa, que adquirió en el 2017, y que como todo artista le preocupa no trabajar porque vive de lo que produce.
Lamentó que sus declaraciones se tergiversaron, explicó que durante el proceso de recuperación de su visa norteamericana, vivió momentos difíciles, incluyendo la lucha contra un cáncer de mama durante un año y ocho meses, inclusive durante ese proceso permaneció amenizando fiestas.
“Pasé por situaciones muy penosas, en ese entonces, y tuve que vender mi casa, pero de eso hace más de diez años. Yo volví a comprar otra vivienda en el 2017, que es en donde resido. No es cierto que le deba al banco. No es cierto que esté pasando hambre, como dijera esa periodista”.
CAMBIO
En el ámbito personal
Romper la rutina.
Para La Soberana del merengue típico romper su rutina de trabajo ha sido muy tedioso para ella. “No ha sido fácil ver llegar el fin de semana y tener que quedarme en casa. Hace muchos años que mi horario de dormir es por la mañana y ahora ha cambiado”.
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