MAURICIO CABRERA Y FRANCISCO J. TREJO CORONA
Tomado de la Fundación Lucas de Tena
Picoteando el Espectáculo
Los youtubers que han mentido, mienten y siguen mintiendo. Están alineados. Los resultados de la investigación en México son contundentes: en el periodo de enero del 2020 a febrero del 2021 se produjeron 63 desinformaciones entre los veinte youtubers más populares.
En su conjunto, se encontraron 40 youtubers con niveles de audiencia significativos. Totalizan más de 18.6 millones de usuarios.
“El Charro Político”, propiedad de la agencia de marketing Brolan, fundada por Saúl Soltero, es el canal que más desinformación generó al haberse contabilizada 15 informaciones falsas.
En cantidad de desinformaciones publicadas le siguen “El Chapucero” con 7 desinformaciones y “Benditas Redes Sociales” con 6.
La desinformación no representa castigo alguno para los emisores. Por el contrario, ha sido parte activa del posicionamiento de Juncal Solano, conductora estelar de El Charro Político, quien terminó convirtiéndose en candidata de Morena, el partido en el gobierno, mismo caso que José Ramírez y Fernando Carmona.
En su conjunto, Brolan genera entre sus más de 40 canales de YouTube cifras que van de los 40 a los 50 millones de pesos al año (2 millones de dólares), de acuerdo a información de Story Baker.
Si estas cifras de desinformaciones no fueran suficientes para dimensionar el problema, el impacto sí que amerita una reflexión. Entre los casos detectados por LatamChequea destacó un video publicado por “Benditas Redes Sociales”, canal con 541 mil suscriptores, en que se asegura que militares estadounidenses provocaron la pandemia. Dicho contenido alcanzó más de 704 mil reproducciones, se mantiene vigente y es posible encontrar comentarios como los que siguen, en los que la gente en vez de cuestionar su legitimidad da por válida la teoría conspirativa.
En el caso de Juncal Solano, candidata a una diputación en Zapopan, Jalisco, realizó un video que aseguraba que en marzo de 2020, cuando la presencia del virus se intensificaba en México, ya existía una cura para el Coronavirus a través de un medicamento mexicano, e incluso menciona una felicitación del gobierno ruso al presidente López Obrador. El video que aún se encuentra disponible alcanzó 917 mil reproducciones y más de 46 mil likes en el “Charro Político”, canal con 1.6 millones de suscriptores.
Por su parte, “El Chapucero”, canal con 1.3 millones de suscriptores, detonó una serie de videos que lo mismo aseguraban que el del COVID no era un virus mortal que daban por válido el uso del plaquenil como cura frente al Cornavirus.
¿Qué se aprendió?
Tras la publicación del reporte se conversó con Sindy García, cofundadora de “Verificado” y una de las principales responsables de esta investigación. Ella nos compartió los siguientes insights:
Podría plantearse la tesis de que la desinformación ha sido el mayor generador de visitas durante la pandemia que la información confirmada.
La publicación de desinformación, ya sea intencional o no, no es una exclusividad de los youtubers. Medios tradicionales también lo hicieron. (Como ejemplo, varios de los videos que entran en la categoría de desinformación dan lectura a información falsa publicada en distintos sitios de medios tradicionales)
Si bien los youtubers de ambos lados del espectro político llegaron a difundir desinformación, la tendencia fue marcada en el caso de aquellos a favor del gobierno mexicano.
Difundir teorías de conspiración o soluciones-milagro es algo que, apunta Sindy, en definitiva era un imán de clics y views. Tanto así que el uso de esta práctica fue adoptado por medios tradicionales, conservadores, liberales, opositores y propagandistas.
-Se decidió considerar como un grupo a los youtubers con posturas a favor del presidente mexicano, debido a que, incluso, han sido arropados como medios serios en oficinas gubernamentales.
El poder de los influencers/youtubers llega a ser más grande que el de los medios tradicionales. Si una nota es vista por miles de usuarios, los youtubers son seguidos por millones de usuarios, validados a través de placas de YouTube y con el poder para realizar transmisiones en vivo frente a una audiencia que confía en ellos a grado tal que va a creer lo que este diga.
Es necesario detonar capacitaciones para que cualquier persona, ya sea como consumidora de contenidos o como creadora de los mismos, comprenda las consecuencias de propagar información falsa, que en algunos casos puede provocar la muerte.
Para entender más del rol de la desinformación durante la pandemia, les recomiendo ir a mi plática con Cristina Tardáguila, directora adjunta de la International Fact-Checking Network. Es de hace unos meses, pero explica las distintas olas de desinformación que hemos padecido.
Influencers que desinforman
A nivel mundial se replica el caso mexicano. Un estudio revelado por el Center for Countering Digital Hate ha revelado que el 65% de los shares generados en torno a desinformación que llama a no vacunarse se concentra en 12 influencers, a los que ha bautizado como “The Disinformation Dozen” (La docena de la desinformación).
-El estudio tomó en consideración Twitter, Facebook e Instagram. En su conjunto, de acuerdo a este mismo estudio, los activistas anti vacuna alcanzan a 59 millones de seguidores en las redes sociales, cantidad suficiente para haberse convertido en pilares de un creciente rechazo a la vacuna, lo que puede derivar en un atraso significativo para dar por liquidada la batalla frente a la pandemia.
-Si ya hablábamos del impacto de las noticias falsas en torno a la pandemia en México, este estudio revela que durante los últimos meses se han generado 105 piezas de desinformación anti vacuna que han sido vistas 29 millones de veces.
Estos influencers no son científicos especializados y si bien no buscan ser candidatos como los casos analizados en el reporte de LatamChequea; se benefician mediante la venta de libros y de productos de medicina alternativa.
Las redes han tardado en reaccionar. Si bien Facebook ya desactivó 16 cuentas relacionadas a estos influencers, ellos han ido desarrollando códigos para evitar ser detectados por el sistema. Por ejemplo, menciona NPR, hacen el signo de una “V” para referirse a la vacuna, lo que termina evadiendo a los algoritmos.
La denuncia no es suficiente
Como parte del reporte de ChequeaLatam, un vocero de YouTube advirtió que la principal arma con la que cuentan hoy en día para controlar la desinformación es la denuncia de los usuarios, pero esperar que eso funcione es omitir una serie de factores:
1) La audiencia que sigue a un creador confía en él: si no sigues a un youtuber es posible que en ningún momento te encuentres con ese contenido, lo que te invalida para poder denunciar la existencia del mismo. Por otro lado, la audiencia que lo sigue comparte su visión del mundo, con lo que carecería de sentido que termine denunciando una pieza e contenido.
2) El espectador no puede saber si la noticia es falsa o verdadera: pese a que existen herramientas para verificar información, el usuario común y corriente no tiene por costumbre contrastar información. Dejar en ellos la responsabilidad de monitorear implica omitir el compromiso que cualquier plataforma tiene ante lo que se publica dentro de ella. Fuente listin diario
En su conjunto, se encontraron 40 youtubers con niveles de audiencia significativos. Totalizan más de 18.6 millones de usuarios.
“El Charro Político”, propiedad de la agencia de marketing Brolan, fundada por Saúl Soltero, es el canal que más desinformación generó al haberse contabilizada 15 informaciones falsas.
En cantidad de desinformaciones publicadas le siguen “El Chapucero” con 7 desinformaciones y “Benditas Redes Sociales” con 6.
La desinformación no representa castigo alguno para los emisores. Por el contrario, ha sido parte activa del posicionamiento de Juncal Solano, conductora estelar de El Charro Político, quien terminó convirtiéndose en candidata de Morena, el partido en el gobierno, mismo caso que José Ramírez y Fernando Carmona.
En su conjunto, Brolan genera entre sus más de 40 canales de YouTube cifras que van de los 40 a los 50 millones de pesos al año (2 millones de dólares), de acuerdo a información de Story Baker.
Si estas cifras de desinformaciones no fueran suficientes para dimensionar el problema, el impacto sí que amerita una reflexión. Entre los casos detectados por LatamChequea destacó un video publicado por “Benditas Redes Sociales”, canal con 541 mil suscriptores, en que se asegura que militares estadounidenses provocaron la pandemia. Dicho contenido alcanzó más de 704 mil reproducciones, se mantiene vigente y es posible encontrar comentarios como los que siguen, en los que la gente en vez de cuestionar su legitimidad da por válida la teoría conspirativa.
En el caso de Juncal Solano, candidata a una diputación en Zapopan, Jalisco, realizó un video que aseguraba que en marzo de 2020, cuando la presencia del virus se intensificaba en México, ya existía una cura para el Coronavirus a través de un medicamento mexicano, e incluso menciona una felicitación del gobierno ruso al presidente López Obrador. El video que aún se encuentra disponible alcanzó 917 mil reproducciones y más de 46 mil likes en el “Charro Político”, canal con 1.6 millones de suscriptores.
Por su parte, “El Chapucero”, canal con 1.3 millones de suscriptores, detonó una serie de videos que lo mismo aseguraban que el del COVID no era un virus mortal que daban por válido el uso del plaquenil como cura frente al Cornavirus.
¿Qué se aprendió?
Tras la publicación del reporte se conversó con Sindy García, cofundadora de “Verificado” y una de las principales responsables de esta investigación. Ella nos compartió los siguientes insights:
Podría plantearse la tesis de que la desinformación ha sido el mayor generador de visitas durante la pandemia que la información confirmada.
La publicación de desinformación, ya sea intencional o no, no es una exclusividad de los youtubers. Medios tradicionales también lo hicieron. (Como ejemplo, varios de los videos que entran en la categoría de desinformación dan lectura a información falsa publicada en distintos sitios de medios tradicionales)
Si bien los youtubers de ambos lados del espectro político llegaron a difundir desinformación, la tendencia fue marcada en el caso de aquellos a favor del gobierno mexicano.
Difundir teorías de conspiración o soluciones-milagro es algo que, apunta Sindy, en definitiva era un imán de clics y views. Tanto así que el uso de esta práctica fue adoptado por medios tradicionales, conservadores, liberales, opositores y propagandistas.
-Se decidió considerar como un grupo a los youtubers con posturas a favor del presidente mexicano, debido a que, incluso, han sido arropados como medios serios en oficinas gubernamentales.
El poder de los influencers/youtubers llega a ser más grande que el de los medios tradicionales. Si una nota es vista por miles de usuarios, los youtubers son seguidos por millones de usuarios, validados a través de placas de YouTube y con el poder para realizar transmisiones en vivo frente a una audiencia que confía en ellos a grado tal que va a creer lo que este diga.
Es necesario detonar capacitaciones para que cualquier persona, ya sea como consumidora de contenidos o como creadora de los mismos, comprenda las consecuencias de propagar información falsa, que en algunos casos puede provocar la muerte.
Para entender más del rol de la desinformación durante la pandemia, les recomiendo ir a mi plática con Cristina Tardáguila, directora adjunta de la International Fact-Checking Network. Es de hace unos meses, pero explica las distintas olas de desinformación que hemos padecido.
Influencers que desinforman
A nivel mundial se replica el caso mexicano. Un estudio revelado por el Center for Countering Digital Hate ha revelado que el 65% de los shares generados en torno a desinformación que llama a no vacunarse se concentra en 12 influencers, a los que ha bautizado como “The Disinformation Dozen” (La docena de la desinformación).
-El estudio tomó en consideración Twitter, Facebook e Instagram. En su conjunto, de acuerdo a este mismo estudio, los activistas anti vacuna alcanzan a 59 millones de seguidores en las redes sociales, cantidad suficiente para haberse convertido en pilares de un creciente rechazo a la vacuna, lo que puede derivar en un atraso significativo para dar por liquidada la batalla frente a la pandemia.
-Si ya hablábamos del impacto de las noticias falsas en torno a la pandemia en México, este estudio revela que durante los últimos meses se han generado 105 piezas de desinformación anti vacuna que han sido vistas 29 millones de veces.
Estos influencers no son científicos especializados y si bien no buscan ser candidatos como los casos analizados en el reporte de LatamChequea; se benefician mediante la venta de libros y de productos de medicina alternativa.
Las redes han tardado en reaccionar. Si bien Facebook ya desactivó 16 cuentas relacionadas a estos influencers, ellos han ido desarrollando códigos para evitar ser detectados por el sistema. Por ejemplo, menciona NPR, hacen el signo de una “V” para referirse a la vacuna, lo que termina evadiendo a los algoritmos.
La denuncia no es suficiente
Como parte del reporte de ChequeaLatam, un vocero de YouTube advirtió que la principal arma con la que cuentan hoy en día para controlar la desinformación es la denuncia de los usuarios, pero esperar que eso funcione es omitir una serie de factores:
1) La audiencia que sigue a un creador confía en él: si no sigues a un youtuber es posible que en ningún momento te encuentres con ese contenido, lo que te invalida para poder denunciar la existencia del mismo. Por otro lado, la audiencia que lo sigue comparte su visión del mundo, con lo que carecería de sentido que termine denunciando una pieza e contenido.
2) El espectador no puede saber si la noticia es falsa o verdadera: pese a que existen herramientas para verificar información, el usuario común y corriente no tiene por costumbre contrastar información. Dejar en ellos la responsabilidad de monitorear implica omitir el compromiso que cualquier plataforma tiene ante lo que se publica dentro de ella. Fuente listin diario
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