La renuncia de Samantha Cohen, de 50 años, miembro clave del personal de Meghan Markle en el Palacio de Kensington, alimenta los rumores de que no es nada fácil trabajar para la duquesa de Sussex, que desde hace un tiempo es protagonista de las portadas de los tabloides ingleses por su supuesto mal carácter y actitudes despóticas.
La secretaria personal del príncipe Harry y su esposa abandonará su cargo después del nacimiento del hijo de los monarcas en la primavera europea. Esta salida se conoce solo unas semanas después de que otro miembro del staff renunciara repentinamente.
Cohen fue una de las ayudantes de mayor confianza de la reina Isabel y se desempeñó como secretaria de comunicaciones. Pasó 17 años trabajando para la familia real.
La mujer se unió a Meghan y Harry temporalmente cuando el puesto fue dejado vacante por Edward Lane Fox, quien se fue después de cinco años de servicio para la corona.
Según los informes de la prensa local, la duquesa estaba especialmente interesada en contratarla de forma permanente, pero Cohen se negó y se irá el año próximo.
Cohen fue vista como la ayudante perfecta para que Meghan se estableciera en Kensington. Las fuentes afirman que también aconsejó a la ex actriz sobre su vestimento y maquillaje, así como también la ayudó a comprender las complejidades de su nueva familia.
La asistente personal de Meghan, Melissa Touabti, también renunció, solo seis meses después de la boda real en el Castillo de Windsor en mayo pasado.
Toubati había trabajado anteriormente para Robbie Williams y su esposa, Ayda Field.
Cuando renunció, una fuente del palacio elogió el rol que jugó en la organización del enlace, que sucedió tras un escándalo protagonizado por la familia de la novia.
Fuente Infobae
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